El llanto de los niños es una manera de expresar alguna necesidad. Se presenta con frecuencia en respuesta a deseos insatisfechos.

“Cuando el pequeño va creciendo se desarrollan destrezas para resolver problemas, y ahí el llanto disminuye”, dice la experta en estimulación temprana María José Mera.

Sin embargo, enfatiza que esta acción de llorar es un estado natural de los pequeños, pero es importante que lo ayudes a controlar sus emociones.

“Elógialo por no llorar y explícale el por qué no es el momento ni el lugar adecuados. Anímalo a usar palabras para explicar lo que le molesta”, dice la especialista.

Causas

- Bebé lactante. Si la mamá es adicta al café, té o bebidas energéticas y así lo amamanta, el pequeño puede verse afectado.

- El crecimiento de los primeros dientes. Desde los 4 meses se presentan los primeros dientes. Este proceso va acompañado de malestar, fiebre y dolor.

- Por frío/calor. Ellos no pueden destaparse por tener calor. Por lo tanto debes estar pendiente a la temperatura ambiental.

- Cólicos. Si no tiene hambre, no está enfermo y el pañal está limpio es probable que llore de dolor. Los cólicos se presentan a cualquier hora del día. Para aliviar esta molestia puedes colocarle compresas tibias en el abdomen. Si el problema persiste llévalo al médico.

- Quiere tu atención. Esto es normal hasta los 10 años. No soportan ser ignorados.

Las claves

1. Si te desesperas pide ayuda, no maltrates a tu hijo ni lo muevas bruscamente.

2. Mamá también necesita descansar. Solicita apoyo. Esta etapa es pasajera.

Dato curioso

Hay bebés que necesitan llorar para poder dormir. Después de desahogarse se dormirá más rápido.