Para que tu familia y tus hijos estén bien, tú también debes estarlo. Lo primero es cuidarte a ti misma. Como madre y mujer mereces tus propias atenciones. La misión no es imposible. Solo es cuestión de organizarte, entre el trabajo y la maternidad. Si no te salen a la primera las cosas que planeaste tampoco te frustres. Lo importante es cuidar tu salud emocional. Mueve ciertas actividades y/o rutinas para que tengas espacio de hacer lo que tanto anhelas.

“Cuando una persona le da prioridad a su bienestar se desempeña mejor en todos sus roles. La maternidad puede hacerte sentir cansada y agobiada, por eso es importante tener ese momento a solas”, dice la psicóloga familiar Érika Zambrano.

En esta nota de dejamos ideas para consentirte.

Busca tiempo para ti

Esto no se tiene que quedar solo en deseo, debes buscarlo porque te lo mereces. Haz lo que más te gusta. Ve a la peluquería, practica algún ejercicio y otras actividades. Tener esos momentos en los que únicamente te enfocas en ti son necesarios para volver a conectar contigo misma.

No te compares

Cada mamá es un mundo. Está bien ver las evoluciones de otras madres y sus bebés, pero eso no debe ser un motivo para desesperarte. Lo importante no es quien gatea o camina primero, sino ser felices. Disfrutar de los procesos.

Sé paciente

La sociedad es muy dura a la hora de juzgar el rol de una mamá. Sé amable contigo misma. Estás aprendiendo. Sin duda eres la mejor mamá del mundo para tu hijo.

Descansa

Si es necesario pide ayuda. Un descanso es reparador y necesario en tu vida. Recuerda que tener un sueño adecuado es parte clave de un estilo de vida saludable.

Sal con amigas

Las buenas amigas son consideradas como personas medicina. Ellas celebrarán contigo los buenos momentos y te apoyarán en los malos.