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Buena Vida

Marita Intriago: Lo dejó todo por amor al tango

Hace 9 años, la manabita abandonó el país para residir en Buenos Aires, ciudad en la que imparte clases de ese baile argentino a los turistas

MARITAVALE
La manabita junto a su compañero de baile Alan Vilches.Bruno Gibertoni

Q ue nadie es profeta en su tierra, eso lo sabe muy bien Marita Intriago, una manabita de 32 años, quien desde hace 9 le enseña a bailar tango a los turistas que llegan a Buenos Aires. En esa ciudad a la que arribó con lo necesario, pero cargada de muchos sueños que ha ido haciendo realidad, Intriago ha echado raíces.

Actualmente es la encargada de manejar y programar las obras en el teatro Gargantúa, sitio donde conoció a Diego Cicari, un compositor y guitarrista que al igual que ella está inmerso en el mundo del tango, asignatura que imparte en escuelas secundarias.

El músico es el padre de su única hija de dos años. Apasionada por la danza, especialmente el jazz, que la practica desde pequeña, su encuentro con el tango fue ‘amor a primeros pasos’, luego de encontrarse por casualidad en un evento con el ecuatoriano Duval Barrezueta, bailarín que trajo el tango a Guayaquil hace más de dos décadas.

Tenía 18 años. Recuerda que ese día, quien luego se convertiría en su profesor, la sacó a bailar, y la sensación de los movimientos lentos y enlazados fue algo que confiesa como indescriptible. Quedó enganchada con dicho ritmo al que se dedicó en cuerpo y alma. En el 2013 participó en un Mundial de Tango y un año después armaba maletas para quedarse definitivamente en Argentina.

Cuando retorna al país, no solo lo hace para visitar a su familia, sino además para impartir clases de tango en Guayaquil y también en Cuenca. En enero llegó para dedicarse a esa actividad. Desde Buenos Aires, Marita habló con DOMINGUERO para contarle cómo lleva su vida entre el teatro, la familia y su gran pasión.

Por qué escogiste el tango y no seguiste con el jazz.

La verdad fue algo muy extraño. Una vez fui a una milonga en el hotel Manso, en Guayaquil, y ahí estaba Duval -Barrezueta- con unas personas y los vi bailar. Me preguntó si quería bailar con él, lo hice y me enamoré del tango.

Qué tratas de transmitir cuando lo bailas.

Me gusta transmitir la cultura de este baile, porque hay muy poco tango en el resto de los países. En Guayaquil hay mucha gente a la que le encanta este ritmo y cada vez el grupo de interesados por aprenderlo se va haciendo más grande.

"Con este ritmo nunca se deja de aprender, sigo aprendiendo, para perfeccionarlo"

Cuáles son los países que más lo consumen.

Colombia, Japón y lógicamente Argentina es donde hay más seguidores de tango. Es curioso que los japoneses se inclinen por aprenderlo. No sé por qué, ya que ni siquiera hablan español, puede ser ese algo que tiene la música. Es bella, romántica, conmueve.

Tus clases van dirigidas exclusivamente para turistas.

Doy clases para turistas. Se las imparte en salas de ensayo, en el teatro, y también privadas en casas y en hoteles.

Cuánto es el valor de las prácticas.

La clase de hora y media cuesta 50 dólares. Son clases privadas. También hay muchas milongas gratuitas.

Qué se necesita para aprenderlo a bailar.

Solo querer aprender. Puedes ir sin experiencia, el tango se baila de a dos, lo más importante es abrazarse y caminar a la par. Los pasos y las secuencias vienen después, pero cuando uno quiere aprender a bailar es la voluntad y conectarse con la otra persona para ir juntos.

Cuánto tiempo te tomó dominarlo.

Solo digo que nunca se deja de aprender, sigo aprendiendo, para perfeccionarlo. Para salir a la pista lo intenté muchas veces hasta que finalmente lo logré. Bailé una milonga.

Cuál es la diferencia entre ambos.

Son dos cosas distintas. La milonga es un ritmo derivado del tango. Es mucho más alegre, bastante rápido, pero también se conoce como milonga al sitio donde se va a bailar solo tango, vals, incluso la milonga. El tango como tal es un ritmo musical.

Qué te falta por hacer dentro de esta actividad.

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Me falta tiempo para ser reconocida. La demanda dentro de este arte es muchísima, se necesita tiempo para pisar más escenarios, seguir perfeccionándome, siento que me faltan muchos años para consagrarme.

Alguna vez te has visualizado bailando en el famoso teatro Colón.

Me gustaría bailar ahí, aunque no es para tango, pero sí ha bailado gente reconocida.

Con quién te gustaría bailarlo.

Me gustaría bailar con Miguel Ángel Soto, es un artista consagrado, vive en Italia y tiene una compañía de tango allá.

Cuál es tu sueño más grande dentro de este ritmo.

Quiero morir bailando tango, es mi sueño y dedicarle mi vida a la danza.

Entre verdes y mariscos

“Extraño la familia, ahora que soy mamá mucho más, sobre todo ese ambiente familiar. La comida, los mariscos, son mi debilidad y el verde también. Acá en Buenos Aires se lo consigue en distintos sitios, pero solo por temporadas. Trato de no hablar como argentina porque mis hermanas me molestan, intento que no se me pegue”.

Más de ella...

-Nació en Paján, Manabí, de donde salió para ir a vivir a Esmeraldas. Luego pasó a Guayaquil para continuar con sus estudios.

-Su papá es esmeraldeño y su mamá manabita.

-Está haciendo una licenciatura en folclor argentino con mención en tango, en la Universidad de Nacional de Las Artes.