Generalmente la persona manipuladora no acepta un ‘no’ como respuesta. Así la describe la psicóloga Érika Zambrano, especializada en temas familiares. Por ello, la manipulación es una serie de estrategias que utiliza alguien para lograr sus objetivos. Si te sometes, das paso a vivir una relación tóxica y puedes estar sufriendo de trastornos psicológicos.

“El manipulador es hábil, se hace la víctima para conseguir sus fines. Le recuerda a la pareja sus traumas del pasado para confundirla. La aleja de su círculo afectivo (familiares y amigos). Y si no pones un alto, es capaz de llegar a extremos como el acoso o amenazas de suicidio”, dice la experta.

Te hace sentir culpable. Quiere que vivas pidiéndole disculpas por todo. Por ello, no eres libre y controlas cuidadosamente tus palabras y acciones.

Cuando no estás a su lado. Activa el GPS con tal de conocer todos tus movimientos, siempre trata de saber con quién estás y controla tus tiempos.

Te llena de inseguridad. Tiende a hacerte dudar de todo. Constantemente te repite que tus acciones no están bien.

Te dice “por eso te amo”. Quiere que sientas que no eres suficiente para ser amado solamente por ser tú, sino que tienes que estar a su disposición para merecer su cariño.

No quiere que tengas tiempo para ti. Supuestamente quiere pasar contigo, de esta manera quiere monitorear tu comportamiento. Para todo tienes que pedir su aprobación.