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Buena Vida

El plomo en la comida, una amenaza silenciosa

La intoxicación causada por el plomo  puede ser difícil de detectar. Hay personas que parecen sanas y pueden tener niveles altos de plomo en la sangre

comida con salsas
Hay personas que parecen sanas y pueden tener niveles altos de plomo en la sangre.Freepik

La Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa) dio a conocer una lista de alimentos contaminados con altos niveles de plomo. Entre ellos están la canela, la nuez moscada, la salsa de tomate, la premezcla para preparar conos de helado y la morcilla (tipo 1) de varias marcas de Ecuador.

Luego de esta alerta surgen dudas sobre por qué se encuentra este metal pesado en los alimentos. En esta nota, algunos expertos las despejarán.

Las consecuencias son graves

El doctor Ricardo Calle, especialista en toxicología, explica que una vez que el plomo ingresa al organismo, es absorbido de la misma forma en que lo hacen con otros micronutrientes. “El problema es que al no tener ninguna función en el cuerpo humano, todas esas partículas y iones de plomo terminan desplazando a otros minerales que sí son necesarios, como el hierro, calcio y zinc”. La intoxicación con este metal puede generar daños neurológicos, cognitivos, hematológicos y óseos, dependiendo del estado de salud, nutrición, edad y porcentaje de plomo que haya ingresado al organismo.

¿Qué hacer?

Entre las posibles medidas a tomar por los especialistas se encuentran la prescripción de medicamentos quelantes que ayuden a eliminar este metal por vía urinaria; o el aumento de ciertos minerales como zinc, magnesio, hierro y calcio, en la alimentación o por vía intravenosa, para que puedan competir con el plomo en el organismo.

Ten presente que si consumiste alimentos con niveles peligrosos de plomo o estás constantemente expuesto a ambientes contaminados con este metal, debes consultar a un especialista en toxicología. El tratamiento debe ser supervisado y recomendado por profesionales de la salud.

Cómo afecta a las mujeres embarazadas y a los niños

La neuróloga María Vélez explica que las intoxicaciones en un niño revisten un mayor peligro neuronal, porque hasta los cinco años aproximadamente su cerebro está en desarrollo, aún no madura, por lo que este metal puede afectar su capacidad intelectual y habilidades de aprendizaje. Las convulsiones y pérdida de la consciencia son dos señales de alerta.

¿Y las mujeres gestantes? La mujer que ha estado expuesta al plomo por mucho tiempo en su vida debe saber que este se acumula en sus huesos y cuando se embarace, el metal va a entrar a la sangre y contaminar al feto, perjudicando así su desarrollo neuronal.

Una prueba de sangre y orina permite conocer los niveles de plomo

“En un grado de intoxicación bajo pero continuo con plomo, el afectado podría experimentar de forma paulatina cambios de conducta y de ánimo (irritabilidad y falta de concentración), así como debilidad para agarrar los objetos, calambres, estreñimiento, dolor corporal o abdominal. 

Cuando la intoxicación es severa (exposición a elementos muy contaminados y en dosis más altas), los síntomas son principalmente neurológicos y súbitos. La persona pierde el conocimiento y podría existir una parálisis súbita. Los exámenes de sangre y orina le permitirán al médico conocer los niveles de plomo y determinar si existe o no intoxicación, además de verificar si ya hay daño en algún órgano. Acuda al especialista, no se automedique, por favor”. Dr. Ricardo Calle, médico especialista en Medicina Interna y Toxicología Clínica

Salsa de tomate
REFERENCIA. La marca de la salsa de tomate en cuestión es Gustadina./ Canva

La alimentación te ayuda a prevenir la intoxicación

“Los alimentos quelantes contienen sustancias capaces de unirse y ayudar a eliminar considerablemente metales pesados y otros compuestos tóxicos del organismo, a través de la orina o heces. Entonces, son una herramienta preventiva y complementaria a los tratamientos direccionados por los médicos especialistas. 

Entre ellos se encuentran frutas como mandarina, cereza roja, naranja, kiwi, arándano y frambuesa, ricas en vitamina C, un antioxidante que contribuye a la absorción del hierro. Asimismo, vegetales como espinaca, col de Bruselas, espárragos, acelga, guisantes y berros cuentan con clorofila, un compuesto con características antioxidantes y desintoxicantes. 

Además, el cilantro, perejil, apio, ajo, cebolla morada, remolacha, almendras, nueces, semillas de linaza molidas o semillas de ajonjolí tostadas son alimentos ricos en magnesio, zinc y flavonoides (nutrientes altos en antioxidantes). Un consejo es que elabore en casa ciertos productos como la salsa de tomate y compotas. Así controla los ingredientes que utiliza y la cantidad de cada uno de ellos. Y no olvide priorizar la ingesta de frutas y verduras orgánicas”. Lissette Torres, nutricionista graduada en la Espol

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