Buena Vida
El racismo empaña al deporte
Estas son algunas de las actitudes discriminatorias dentro de las competencias deportivas más recordadas de la historia.

Símbolo de la campaña en contra del racismo ‘Diversidad Madrid’, en España.
La discriminación es considerada ilegal en todos los países del mundo y aunque ha ‘desaparecido’ jurídicamente, aún existen vestigios. El pasado 16 de junio, el periodista peruano Phillip Butters arremetió con comentarios racistas contra miembros de la selección ecuatoriana de fútbol. Pero no es la primera vez que causa polémica. En marzo pasado, el periodista fue acusado en Perú de homofóbico y promotor de discursos de odio.
En el mundo del deporte, la discriminación no es algo nuevo: a lo largo de la historia, se han registrado episodios de discriminación contra los deportista en varias ocasiones. Algunos de los casos más sonados del siglo XX se perpetuaron durante el desarrollo de los Juegos Olímpicos y campeonatos profesionales de fútbol.
Los ‘Juegos antropológicos’
Durante los Juegos Olímpicos de 1904 en EE.UU., se desarrollaba paralelamente uno de los actos de racismo más controversiales en la historia del deporte: ‘Los juegos antropológicos’. Esta competencia se disputaba en dos jornadas y obligaba a competir a todos quienes los organizadores consideraban ‘primitivos’. Reclutaban y enfrentaban a grupos afrodescendientes, indígenas ‘Sioux’, patagones, sirios y pigmeos. Las pruebas consistían en trepar a la cima de los árboles o disparar arcos y flechas, obligarlos a jugar deportes que desconocían para poder ser objeto de burla.
Jesse Owens
Otro de los más sonados casos de racismo se hizo realidad en Berlín en 1936, durante los Juegos Olímpicos. Hitler basado en sus ‘teorías pseudocientíficas’ sobre la superioridad racial aria quería probar al mundo el poder de los alemanes sobre los otros deportistas. Pero el atleta Jesse Owens, de Oakville, Alabama (EE.UU.), sorprendió al Führer en su propia casa. El 9 de agosto de 1936 Owens ya había ganado su cuarta medalla ante los ojos de millones de personas, se ganó el respeto incluso de los propios alemanes. Excepto el de Hitler, pues el líder germano se negó a toda costa a tener que saludar y premiar a Owens durante la ceremonia. Luego de este incidente, el deportista volvió a casa, donde debía ser recibido con honores por el logro alcanzado durante las olimpiadas. Las cosas no se dieron así pues el entonces presidente de EE.UU., Franklin Roosevelt, decidió no recibir al atleta en la Casa Blanca. Se dice que el mandatario consideraba que ese encuentro afectaría su próxima campaña electoral, ya que los votos que buscaba eran de estados al sur, claramente racistas en aquella época.
Muhammad Ali
Luego de ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Roma en 1960 dentro de la lid boxística, Ali tuvo que enfrentar actos de racismo en su propio país. A diferencia de lo que esperaba, su triunfo no había cambiado mucho las cosas. La segregación de aquella época atropellaba al ‘campeón’ y desmerecía su triunfo. Durante una entrevista para la BBC relata la anécdota de su regreso a los EE.UU. “Fui al centro, con mi medalla de oro enorme. En esa época no estaba aceptado que un negro comiera en el centro de la ciudad, entonces fui, me senté y dije: quiero una taza de café y un perrito caliente. La chica me dijo: No servimos a negros. Me enojé tanto que respondí: yo tampoco como negros, solo dame mi taza de café y mi perrito. ¡Soy el campeón mundial, luché por este país! Tengo una medalla de oro, y voy a comer aquí”. Luego el boxeador confesó que la mesera llamó al gerente y le pidieron que se retirara del lugar.
A partir de los años 90, el fútbol se convirtió en un deporte mucho más tolerante y multiétnico. En gran parte debido a los efectos de la ‘Ley Bosman’, que incrementó la contratación de jugadores foráneos en los clubes de Europa. Sin embargo, no se puede concebir como un triunfo absoluto en términos de igualdad, pues el abuso racista en los partidos continúa existiendo, aunque no es tan extremista.
Evra y Suárez
Durante su permanencia en Inglaterra, el delantero Luis Suárez se enfrentó a un sinnúmero de polémicas, pero la más recordada fue el altercado con Patrice Evra en Octubre de 2011. Durante el cobro de un tiro de esquina, Evra aseguró que el uruguayo no solo lo había pateado sino que en español dijo que lo había hecho porque “era negro”. Evra también informó a la comisión que el uruguayo adicionalmente le dijo que “no hablaba con negros” y que había utilizado cinco veces la palabra “negro” para referirse a él. Suárez fue suspendido por ocho partidos.
Dani Alves
A pesar de las constantes campañas en favor del respeto y la igualdad puestas en marcha por la FIFA, en 2014 el defensa del Barcelona de España fue víctima de un acto de racismo. Cuando se preparaba para cobrar un tiro de esquina un aficionado le lanzó un plátano. Ante la sorpresa de sus compañeros y de los jugadores rivales, el ex ‘azulgrana’ se lo comió antes de ejecutar el saque. Alves recibió el apoyo de todos sus compañeros de equipo y de la hinchada del Barcelona que condenó el hecho. “Dani Alves lo venció”, tuiteó su compañero brasileño Neymar. “Tomen eso racistas. Todos somos monos ¿y qué?”.