El antídoto contra el tiempo

Hay quienes tienen esa envidiable cualidad de ‘comer años’. Otros, en cambio, parecen envejecer a gran velocidad. Y allí es cuando acudimos al bótox, al ácido hialurónico, al colágeno, al plasma rico en plaquetas o a las cirugías. Y aunque hacen lucir una piel más firme, no eliminan el problema de fondo.

Si nos sometieran en este momento a una evaluación médica, con controles de sangre y de peso, ¿qué edad cree usted que tendría? Sería una persona de 50 años encerrada en un cuerpo de 80 o, posiblemente, sea de los suertudos que parecen de 35.

El cuidado que tenemos de nuestra salud nos hace reflejar una edad distinta a la que marca nuestra fecha de nacimiento.

Envejecer es inevitable, pero retrasar ese proceso o hacerlo con calidad de vida es posible. Intentar no llegar con tantos achaques y sin ser dependientes, se llama medicina antiage, antiaging, antiedad o antienvejecimiento. No consiste en trucos extraños o raras dietas. Es tan sencillo como llevar buenos hábitos de vida. Lejos está de esa controvertida práctica que se convirtió en tendencia entre los millonarios de California: recibir transfusiones de sangre de gente joven (casi 8.000 dólares por transfusión).

Hay que recordar que la esperanza de vida de los ecuatorianos aumenta. Mientras en el 2010 era de 75 años, para el 2050 se calcula en 80,5. Viviremos más, pero debemos procurar que sea bien. Los especialistas consultados por EXTRA explican qué hacer para no sumar años tan rápido. Aunque no lo crea, hay ciertas tendencias ‘saludables’ que en lugar de ayudarlo, le afectan.

Cuidar alimentación

La mala alimentación genera una carga biológica que afecta a los órganos. No desayunar o hacerlo incorrectamente, comer mucho en la noche, consumir en exceso frituras, harinas blancas, refrescos y gaseosas causa daño.

Tener una buena salud interna celular implica ingerir carbohidratos sanos, frutas y vegetales, en las tres comidas principales. Hay que tomar agua y ejercitarse. Comer semillas, como nueces y almendras.

¿Y las tendencias?

Las personas corren a las tendencias y luego se dan cuenta de que eso no es para ellos y van entonces enfermos al médico, con los músculos flácidos, con trastornos de los huesos porque hicieron una maratón, arrastraron llantas o subieron montañas. No se trata de que todos debemos comer sin gluten, tomar leche de almendras o colágeno. Para algunos puede ser contraproducente.

“Las relaciones tóxicas nos envejecen”

“Ha envejecido porque el esposo le dio mala vida, le sacó canas verdes”, dice una expresión popular. Y no está alejada de la realidad. Las relaciones tóxicas nos suman años, asegura Walter Proaño Quevedo, médico especializado en Miami y miembro de la Academia Americana de Medicina Antiaging.

No solo nos afectan las relaciones de pareja, sino también las de familia y de trabajo. “Probablemente sea lo que más nos envejezca”, señala. Un factor más que se suma a otro de gran peso: la grasa. “Una persona que está gorda, obesa, por definición está tóxica, tiene mayor edad biológicamente hablando y ese es el principal factor de riesgo para las enfermedades crónicas como cáncer, problemas cardíacos, demencia, artritis...”, explica.

Le preocupa que hay quienes caen en dietas extremas y se refiere a una que ha visto por estos días, que consiste solo en tomar mucha agua e infusiones, además de comer ajo y cebolla. “En Guayaquil somos la cuna de la novelería”, indica. Lo que más daño causa es que ingieren píldoras que solo deberían ser prescritas por médicos. Y pese a las advertencias, se siguen inyectando sustancias peligrosas o acuden a sitios no recomendados.