Seis goles marcó la selección de Ecuador ante Colombia, una ‘fiesta’ que se le empezó a ‘prender’ al minuto 6, desde temprano, pero Gustavo Alfaro estuvo ‘apagado’. Es más, sus gestos ‘fríos’ dieron la impresión que los dos primeros goles ecuatorianos iban a ser anulados por el VAR, ya que se quedó con cara de preocupación.

En el primer tanto, de Robert Arboleda, se quedó parado con las manos metidas en los bolsillos y mirando fijamente al árbitro, como si estuviera esperando que la jugada no se anulara.

En la segunda anotación su celebración no cambió, lo único que movió fue la posición de sus brazos, ya que en esta ocasión los tenía entrecruzados. En los demás goles no cambió su tónica, aunque para dar indicaciones sí estuvo más efusivo.

En otro escenario, con resultados negativos, su sobriedad podría haber sido malinterpretada, pero con este panorama positivo demuestra la confianza que tiene en el equipo ecuatoriano, y seguramente ya los celebrará en el Mundial de Catar 2022.