Toño, el mejor cumpleaños

Álvaro Miranda Contreras, un troncaleño residente en Nueva Jersey, se sienta todos los fines de semana frente al televisor para ver jugar al Manchester United. Su esposa, la guayaquileña Alexandra Cruz Peñafiel, nunca entendió, hasta que se decidió a preguntar: “Amor, eres de Ecuador, ¿no te gustaba Barcelona y El Nacional?”.

Desde aquel momento, cuando Álvaro le explicó que en los rojos jugaba el ecuatoriano Antonio Valencia, ella comenzó a imaginar el mejor regalo posible. Este se cumplió en enero de 2018, después de muchos otros regalos relacionados a los Diablos Rojos y el propio Toño. Camisetas, banderas... Pero nada como lo que se le ocurrió a finales de 2017.

La señora se puso como meta realizar una megafiesta por los 40 años de Álvaro, cumplidos el pasado 20 de enero. Pensó en un evento en Estados Unidos, con un desembolso de unos 14.000 dólares para 90 invitados. Pero decidió hacer la mejor jugada de su vida.

Se sentó ante la computadora y buscó un tour a Inglaterra para que su esposo vea en vivo y en directo a Antonio Valencia. “Había otras opciones, como ir al Medio Oriente, pero sabía que lo de Inglaterra era el mejor regalo de su vida y comencé con la planificación del viaje”, expresa Alexandra.

El Toño pasó lesionado varias semanas, pero todo hacía indicar que regresaría a las canchas el 15 de enero, cinco días antes del cumpleaños de Álvaro. Además, conseguir boletos no era sencillo y debía desvelar la sorpresa a su marido para poder sacar la visa. La ilusión, cada vez era mayor.

La mejor localidad

Al fin, después de una larga espera, recibieron la confirmación vía correo electrónico de los boletos para el 15 de enero, en el estadio Old Trafford. Aquel día los de Mourinho medían al Stoke City, en el regreso como titular del jugador ecuatoriano.

Emocionados, compraron el paquete de dos entradas a la zona vip llamada No At Old Trafford, por 1.200 libras esterlinas, unos 1.600 dólares. “Vale la pena”, pensaron.

El gran día

Lunes 15 de enero, Manchester. Pese al fanatismo, Álvaro no pudo ingresar a Old Trafford vestido con la camiseta de su ídolo, ya que en la zona vip solo se puede ingresar con vestimenta formal. Sin embargo, se guardó dos banderas y la camiseta en un bolso y ‘burló’ la seguridad.

Poco antes de ingresar, llamó al jugador, gracias a la mediación de un amigo en común. El Toño le contestó, dialogaron y le confirmó que sería titular. “Con eso, estaba pagado el viaje”, bromean hoy. Incluso, Antonio les recomendó esperar a la salida del estadio, pero Álvaro, orgulloso, le envío por whatsapp las entradas vip.

A las 16:00 llegaron al estadio desde su hotel, situado a pocos metros del escenario deportivo. Allí lo esperó como anfitrión el exjugador del Manchester, Lee Martin, quien se percató de la presencia de las banderas ecuatorianas, pero lo ayudó. Le dieron dos botellas de vino, un piqueo de alta calidad y el plato fuerte. Pero la fiesta gastronómica no terminó ahí, ya que compraron una torta por 70 dólares, con la forma de la camiseta del equipo y una dedicatoria para comerla tras el cotejo.

Orgullo ecuatoriano

Miranda no podía sacar la camiseta ni hacer bulla como en cualquier estadio de Sudamérica. Sentado, en el Teatro de los Sueños, como conocen al estadio del United, observó la salida de los jugadores. “Verlo saltar a Valencia fue increíble, allí estaba un compatriota, al que había visto tantos años por televisión. Quería flamear mi bandera, que la tenía guardada, pero eso estaba prohibido”, recuerda Álvaro, que aún se emociona al revivirlo.

Lo que desconocía en aquel momento es que a los nueve minutos de partido, Antonio gambeteó a dos jugadores, levantó la vista y colocó un zurdazo a la escuadra, inaugurando el marcador. Álvaro se declaró “loco” y la euforia le invadió. Sacó la bandera de Ecuador, saltó y festejó un gol de su ídolo en vivo. Incluso, siguió la fiesta con otros tantos de Anthony Martial (38’) y Romelu Lukaku (72’) para el 3-0.

Y aún falta lo mejor

Después del triunfo, los Miranda Cruz volvieron a la zona vip para comerse la torta y cenar. De pronto, apareció una chica con acento español, buscándolos como enviada por Antonio Valencia para que los lleve a saludarlos en la zona destinada para los familiares, situada a pocos pasos de donde se encontraban.

Fue el encuentro con quien había hecho un golazo en el partido, motivo por el cual incluso Álvaro se atrevió a bromear con el Toño, recordándole que él le trajo suerte. “Fue como siempre lo pensé, Valencia es un tipo muy humilde y nos agradeció que hayamos estado en el estadio. Nos hicimos fotos, bromeamos y al final le di una de mis banderas que había llevado. Él me contestó con un ‘Dios te lo pague’, demostrando su sencillez, que es admirable”, destacó Miranda.

La misión del cumpleaños estaba más que realizada, aunque aún faltaban los autógrafos en las camisetas y en las banderas, algo a lo que el lateral también accedió, convirtiendo el cumpleaños de uno de sus mayores fans en un día inolvidable. “Era el regalo que le quería dar a mi esposo. Hoy veo las fotos y no creo haber compartido tanto con el Toño, porque gracias a Dios todo salió bien”, festeja Alexandra.

Con el sueño convertido en realidad, regresaron a Nueva Jersey, donde Miranda tiene una fábrica de vitrinas. Ahora, disfruta recordando aquellos momentos, aunque hay algo que lo tiene un tanto preocupado. Después de tremenda sorpresa de su mujer, acepta que no sabe qué darle de regalo a su esposa para el 14 de febrero.