Barcelona Sporting Club atraviesa uno de sus momentos más críticos en la actual edición de la Copa Libertadores. Cayó 3-2 ante River Plate de Argentina en el estadio Monumental y complicó seriamente sus aspiraciones de avanzar a octavos de final. Los toreros firmaron su peor actuación en el torneo, en un partido donde los millonarios dominaron con autoridad.

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Con esta nueva derrota en casa, Barcelona ha dejado escapar seis puntos como local, una carga demasiado pesada en una fase de grupos tan corta. La defensa, liderada por Xavier Arreaga y Gustavo Vallecilla, tuvo una noche para el olvido, y el rival no perdonó.

La frustración se reflejó en las gradas. Lo que podría haber sido la última presentación del Ídolo como local en esta Libertadores terminó con la hinchada pidiendo un milagro. A estas alturas, solo una combinación favorable de resultados podría mantener con vida al equipo guayaquileño.

Un inicio para el olvido

El desastre comenzó temprano. Apenas al minuto 6, Sebastián Driussi —quien había fallado un penal en el duelo de ida— aprovechó un error de Vallecilla, cruzó el balón y venció al arquero José Contreras. El silencio se apoderó del Monumental.

Sin embargo, Barcelona reaccionó rápido. A los 14 minutos, Leonai Souza luchó una pelota en el mediocampo y lanzó un centro largo que fue conectado de cabeza por Octavio Rivero para el 1-1. El golazo reanimó brevemente al público.

Pero la esperanza duró poco. A los 26’, Facundo Colidio desbordó con facilidad, volvió a vulnerar la banda defendida por Vallecilla y asistió para el 2-1 de River. La noche empeoró a los 37’, cuando Contreras sufrió una lesión y fue reemplazado por Ignacio De Arruabarrena.

Más goles, más sufrimiento

El segundo tiempo inició con otro golpe para los toreros. A los 47 minutos, el joven Franco Mastantuono, de apenas 17 años, aprovechó una brillante jugada de Miguel Borja, que eludió a la defensa amarilla. El 3-1 parecía sentenciar el encuentro.

Sin embargo, Barcelona volvió a descontar de inmediato. Un minuto después, Byron Castillo desbordó por derecha y su centro fue desviado al arco por Lucas Martínez Quarta, en un desafortunado autogol. El 3-2 encendió una chispa de ilusión en la afición.

Pese al esfuerzo, el Ídolo no logró revertir el marcador. Las imprecisiones defensivas y la falta de contundencia en ataque terminaron por sellar el resultado.

Vallecilla pidió el cambio

A los 52 minutos, Gustavo Vallecilla pidió ser sustituido, visiblemente afectado. Sin embargo, Byron Castillo lo animó a continuar y el técnico Segundo Castillo decidió mantenerlo en cancha hasta el final del encuentro.

Un panorama sombrío

Con esta derrota, Barcelona suma apenas cuatro puntos en el Grupo F. Su única victoria fue ante Independiente del Valle en Guayaquil, mientras que su otro punto lo consiguió tras empatar con River en Buenos Aires.

El panorama es complicado: le quedan dos partidos como visitante —el 14 de mayo frente a Universitario en Lima y el 27 ante Independiente del Valle en Quito— donde está obligado a ganar y esperar otros resultados para clasificar.

El Ídolo del Astillero está contra las cuerdas. Su margen de error se ha esfumado. Solo un milagro lo mantendría con vida en esta Libertadores.

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