Barcelona juega el 29 de noviembre desde las 19:00 en Loja con una sola misión: ganar o ganar. No hay plan B, no hay margen para el error. Enfrente estará Libertad, un equipo que ya firmó su clasificación a la Copa Sudamericana 2025 y que llega al hexagonal final sin más presiones que cumplir con el calendario. Pero para el Ídolo, este partido vale oro… y vale vida. El partido se lo puede ver por Zapping Sport y El Canal del fútbol.

Los amarillos aterrizan en Loja con una baja que pesa: Joao Rojas no viajó por un golpe en la rodilla, ese mismo que lo obligó a salir ante Liga de Quito. Y por si fuera poco, Leonai Souza continúa entre sesiones de terapia, sin garantías para sumar minutos.

Así llegan Libertad y Barcelona SC

¿Qué pasa en Loja?

Lo que ocurrió anoche en el duelo entre Liga de Quito e Independiente del Valle —más allá del resultado— encendió las alarmas. Porque desde hoy, Barcelona tiene tres misiones que no se pueden negociar:

Ganar en Loja, como sea.

Esperar que Liga de Quito tropiece en los partidos que le quedan.

Rezar —sí, rezar— para que el cierre del hexagonal juegue a su favor. Es decir que los amarillos ganen y a los Albos les vaya mal. Así piensan los hinchas .

Habrá drama hasta el final. Habrá sufrimiento. Y habrá matemáticas. Todo con un detalle que beneficia a los Albos: tienen un partido más, el diferido ante Independiente del Valle del 10 de diciembre.

Barcelona, eso sí, ha mostrado recuperación en su fútbol. Las últimas fechas lo demuestran. Pero ya no basta con jugar bien. Los cuatro partidos que quedan son una sentencia: ganar o ganar. El hexagonal se puso bravo. Y todavía queda novela.

Yaxi, el sobrino de Otilino Tenorio

Barcelona tiene una nueva cara en sus últimas 7 alineaciones. Se trata de Yaxi Johan García Tenorio, sobrino del recordado Otilino Tenorio, ya no es solo una promesa: debutó el 29 de septiembre y desde entonces se ganó un lugar en los últimos partidos.

Con 17 años, Ismael Rescalvo apuesta fuerte por él, y hoy volverá a sumar minutos ante Libertad. Su vida cambió desde que viste de amarillo y mezcla aulas con canchas, pero su madurez sorprende. “Es muy importante lo que estoy viviendo. Trato de manejar mis emociones, concentrarme para entrar al partido y tener personalidad, porque la tengo”, confesó.

Siente el respaldo del grupo y lo disfruta. “Siempre me dan consejos para que no tenga miedo en mi posición. Me siento bien donde me indique el entrenador, me gusta jugar suelto, pero donde me toque lo haré de la mejor manera”, asegura el volante de 1,77, formado en la escuela Cristo Te Ama del Guasmo y que en 2019 llegó a las formativas del Ídolo.

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