La final de la Copa Libertadores 2025, que se juega hoy, sábado 29 de noviembre, no solo enfrenta a dos gigantes del continente en busca de la “gloria eterna”, sino que también reparte una bolsa económica que puede cambiar por completo las finanzas de un club. Con el Monumental de Lima como escenario, los montos distribuidos a lo largo del torneo consolidan a la Libertadores como una de las competiciones más lucrativas del fútbol sudamericano.

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¿Qué dinero se reparte desde las fases preliminares hasta la fase de grupos?

El torneo comienza abonando sumas que, aunque menores respecto a las rondas definitorias, son vitales para equipos con presupuestos acotados:

• Fase 1: $ 400.000
• Fase 2: $ 500.000
• Fase 3: $ 600.000
• Fase de grupos: $ 1.000.000 por equipo participante
• Bono por victoria en fase de grupos: $ 330.000 por triunfo

Estas cifras muestran que desde el primer partido oficial de la edición se pone en juego una inyección económica que sostiene plantillas y operaciones.

¿Cuánto aumentan las recompensas en la fase eliminatoria?

Superar la fase de grupos abre la puerta a premios crecientes que reconocen el esfuerzo de cada ronda:

• Clasificar a octavos de final: $ 1.250.000
• Avanzar a cuartos de final: $ 1.700.000
• Alcanzar las semifinales: $ 2.300.000

Cada escalón no solo es deportivo, sino también una recompensa financiera que puede marcar la diferencia en balances anuales y decisiones de mercado.

Subcampeón y campeón: ¿qué hay en el cheque final?

La definición en Lima tiene dos grandes ganadores económicos, además del trofeo. El equipo que termine como subcampeón percibirá $ 7.000.000. Por su parte, el campeón recibirá un premio adicional de $ 24.000.000 que se suma al total acumulado durante su trayecto en la competencia. Es decir, levantar la Copa implica tanto gloria como una inyección sustancial en las arcas del club.

¿Por qué estos premios son tan relevantes para los clubes?

Más allá del orgullo deportivo, los premios de la Libertadores financian salarios, amortizan deudas, permiten inversiones en infraestructura y condicionan decisiones de fichajes. Para muchos clubes, incluso el cheque del subcampeón (7 millones) puede significar saldar pasivos importantes o asegurar la viabilidad económica por temporadas.

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