Deportes
Espinoza, el JJ de la Tri
Recuerda que una vez Fernando Gaibor le regaló una pantaloneta a su hermano y que se turnaban para usarla.

Jhon Jairo fue llamado a la selección de mayores.
Ha sido un año de locura para Jhon Jairo Espinoza. Fue campeón del Sudamericano sub 20 en Chile, luego quedó tercero en el Mundial de esa categoría, donde fue capitán de la selección y hasta anotó un gol.
No cree en nadie, así como dicen en la esquina del barrio. Espinoza, hasta ahora, vive el mejor año de su carrera como futbolista. El defensa de 20 años está entrenando actualmente en Nueva Jersey, Estados Unidos con la Selección absoluta, que enfrentará este jueves ante Perú.
Es una de las grandes alegrías que ha experimentado el jugador del Aucas, quien hasta hace nueve años cuidaba carros en los exteriores del estadio Monumental de Guayaquil.
El técnico Jorge Célico volvió a confiar en él como lo hizo en el Sudamericano sub-20 y en el Mundial.
Jhon Jairo ha recibido este nuevo reto con sencillez y profesionalismo. Pero las buenas noticias no terminan para el zaguero. Su historia y sus triunfos con la sub Tricolor sub-20 serán contados en una película.
Uno de los detalles es que el próximo martes 10 estará en Cuenca, la ciudad que lo vio hacer muchos sacrificios cuando el fútbol todavía no era una alegría.
¿Cómo recibió la nominación a la selección mayor?
Tenía mis sospechas porque el profesor Jorge Célico me había llamado días anteriores para ver cómo estaba, pero eso hizo que me quedara algo en la cabeza. El día del llamado (martes) estaba pendiente de la convocatoria y cuando se dio mi nombre realizaba terapia en el entrenamiento.
No lo creía, mi sueño de pequeño era representar a mi país y ahora se hace realidad en la selección mayor.
Son momentos de alegría, pero que han costado muchas lágrimas...
Claro, recuerdo los momentos duros cuando lloré y aguanté hambre, cuando llamaba a mis padres para que me manden dinero para la comida, para los pasajes. Una vez llamé a mi mami y le dije que sentía que me desmayaba, debido a que no me alimentaba bien cuando estaba en Quito en mis inicios.
¿A los cuántos años imaginaba que le llegaría este llamado a la mayor?
Te soy sincero, lo anhelaba, pero nunca pensé que i estaría. A ratos creía que podía llegar cuando tuviera 25 años, pero no eran sueños fuertes. Pero Dios tenía otras cosas para mí.
Esta es la segunda vez que me llaman a la selección mayor. La vez anterior también fue para una gira por Estados Unidos (en 2018 por Bolillo Gómez). Siento una alegría gigante.
¿El éxito de la Tri en el Mundial sub-20 ha servido para cumplir este sueño?
Sí, de mucho, ha sido una inyección de ánimo en todo. El profesor Célico ahora nos ha convocado por lo que hicimos en Polonia.
¿Y con quién compartió primero la noticia?
Con mi papi, lo llamé, le conté y me dijo que se siente feliz por todo lo que me pasa. Mis hermanos también están contentos. Mi mamita, más que feliz, sus oraciones siempre están conmigo.
Usted será parte de una película.
Es una película-documental sobre la sub-20 y fueron a mi casa para hacer unas grabaciones.
Es creyente en Dios, ¿qué le pide en sus oraciones?
Solo le doy gracias a Dios por todo, por haberme cuidado tanto cuando era pequeño y darme la bendición de jugar ahora en la selección. Son cosas grandes que él tenía para mí. Y a pesar de que le he fallado mucho nunca me abandonó, ha hecho cosas extraordinarias, solo le digo que amo a Dios con todo el corazón.
Recuerdo que cuando le decían a mi madre que no me apoye con los pasajes y la comida cuando salí a buscar oportunidades fuera de Guayaquil. Fue el Todopoderoso que siempre estuvo presente.
A algunos convocados los veía jugar a través de la televisión y ahora podrá compartir con ellos.
Tengo una anécdota inolvidable con Fernando Gaibor. Una vez fuimos a un partido de Emelec con mi hermano Jordano y él fue a pedirle algo. Gaibor le regaló una pantaloneta. No lo podíamos creer. Luego nos turnábamos para usarla. Éramos felices con tremendo regalo.
También con José Cifuentes. Cuando estaba en el Deportivo Cuenca él era titular y lo veía jugar, ahora fue mi compañero en la sub-20 y lo será en esta convocatoria. Verlo jugar era una motivación para mí de que también podía llegar.
A usted le sobra la fe en todo lo que hace.
Hay que seguir trabajando como desde el inicio, como cuando íbamos a buscar una oportunidad. Todo lo que se he conseguido ha sido porque Dios lo ha permitido. Ahora me toca a mí representar con el corazón y todas las fuerzas a mi Ecuador.