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Diario Extra Ecuador

Deportes

Célico: Pudo derribar barreras mentales

El DT argentino de la Mini-Tri habló con EXTRA tras alcanzar el tercer puesto en el Mundial Sub-20 de Polonia. El extécnico de la Universidad Católica de Quito trabajó en la parte mental de sus jugadores.

El DT argentino de la Mini-Tri habló con EXTRA tras alcanzar el tercer puesto en el Mundial Sub-20 de Polonia. El extécnico de la Universidad Católica de Quito trabajó en la parte mental de sus jugadores.

El DT argentino de la Mini-Tri habló con EXTRA tras alcanzar el tercer puesto en el Mundial Sub-20 de Polonia. El extécnico de la Universidad Católica de Quito trabajó en la parte mental de sus jugadores.

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El entrenador argentino Jorge Célico considera que la principal traba que eliminó fue la mental. Para él fue clave romper el miedo de los jugadores a enfrentarse a selecciones que históricamente han sido superiores.

¿Cuáles fueron las bases para el éxito de la sub-20 en el Mundial de Polonia?

Cumplimos con todas las etapas de un proceso largo. Además, fue clave el apoyo, tanto de la anterior directiva de la Ecuafútbol como de la actual porque tuvimos una buena cantidad de amistosos internacionales y con ellos los jugadores tuvieron roce. Eso hizo que juguemos un buen Sudamericano y un buen Mundial. Jugamos sin temor a lo que nos íbamos a enfrentar.

¿A qué se refiere con temor?

A ese temor de enfrentar a quienes pensamos que son mejores que nosotros. Desde que estoy en el país he visto que hay barreras que se generan por mensajes de manera continua. Son mensajes que se vuelven negativos. Por ejemplo, si jugamos contra una potencia decimos que está bien si perdemos solo por un gol, que se juega bien pero igual se pierde. Esos mensajes de manera subliminal generan en una persona el ‘no se puede’. Quitar esas trabas fue un disparador para pensar que se puede.

¿Es difícil quitar esas trabas a los jugadores?

No. Siempre tiene que ver con el mensaje. Pongo un ejemplo: nos toca jugar con Alemania, entonces, se habla de que el planteamiento será atacarlo, presionar en su campo, llegar por los lados, divertirse en función de la posesión de la pelota y cosas así. Eso me da resultado porque los chicos juegan libres y exponen lo mejor de ellos. En cambio, genero lo contrario si el mensaje es ‘ojo que tal jugador de ellos es un fenómeno y está en tal equipo, mejor replegarse, cuidemos el arco en cero porque si nos hace uno será casi imposible empatarlo porque Alemania es esto o aquello’. Esa clase de mensajes generan temor en los muchachos y no les permite desarrollar el fútbol que ellos tienen.

Usted tiene el mismo discurso para el exterior como para el grupo, pero hay otros entrenadores que atraen toda la atención para ellos con el afán de alejar a los jugadores de las críticas, mientras puertas adentro tienen otro discurso ¿Eso también forma parte de este manejo de grupo y sus mensajes?

Cada entrenador tiene su forma. Yo creo que cuando se han cometido errores hay que hablarlos a la interna y no hacerlo público. Pero en realidad, el éxito y el fracaso es de todo el grupo por igual, del cuerpo técnico y futbolistas. Los jugadores también son los protagonistas o los culpables de lo que pasa. Hay distintas formas de manejarse en ese sentido, pero si un entrenador quiere asumir toda la culpa termina siendo poco creíble porque el jugador sabe también que en algún punto hizo algo mal.

Usted hablaba de la ventaja de hacer un proceso largo. ¿Considera que el entrenador Hernán Darío Gómez no tuvo esa misma condición antes de Copa América?

El profesor Gómez no ha tenido mucho tiempo de trabajo en campo por la falta de espacio. Puede tener más tiempo de observación, ver los vídeos de los jugadores ecuatorianos, analizarlos, tomar apuntes, ver qué pueden hacer y quién le puede responder mejor, pero tiempo de trabajo en campo no tiene y los equipos de fútbol son eso. Un equipo es interacción entre los futbolistas, si eso mejora, si eso se ensaya en función a tu idea obtienes el equipo. Tu estilo se hace carne y no solo esperan que ganes sino que muestres tu estilo. En una selección mayor no hay ese tiempo. A mí me pasó en la eliminatoria (las dos últimas fechas para Rusia 2018). Es muy poco lo que puedes hacer porque los futbolistas te llegan tres o cuatro días antes, algunos cansados por viajes tan largos, otros con molestias físicas y el cambio de horario. En fin, conformar un equipo se hace complicado porque tiene que ver con la cantidad de ensayos.

¿Siente que ha mejorado el trabajo en las formativas?

Sí. Tomaré como parámetro los quince años que estoy en el país. Siento que ahora hay mejores canchas, hay mejores campeonatos, mejores y más profesionales trabajando con los menores, pero también es cierto que todavía no alcanza y hay que mejorar mucho más. Hay equipos que han destacado como Independiente del Valle, pero la idea es que allá apunten todos. Los jugadores que han salido en los últimos años no cayeron de un helicóptero a las selecciones, son fruto del trabajo en menores y de esos hay muchos más, pero necesitan una mejor formación, alimentación y estudio. Aspiro a que el fútbol ecuatoriano crezca en sus bases. De esa manera tendremos asegurado el futuro porque no tendríamos problemas de clasificaciones a mundiales y cosas así, porque de verdad, la materia prima está, hay excelentes jugadores.

¿Y ese debería ser el camino del fútbol femenino?

Sin duda. El desarrollo del fútbol femenino está apenas dando unos pasitos. Hay que cultivarlo más, darle un apoyo importante. En Europa y Estados Unidos ha crecido, en esta parte de América está muy lejos de ese nivel pero hay que apuntar allá. Para ponernos a la par necesitamos invertir más. La realidad es que cuesta mucho convencer a que inviertan pero ese es el horizonte.

¿Siente que hay una política de Estado dirigida al deporte?

Las políticas están, lo que no hay es recursos. Sin meterme en la parte política interna, estoy seguro de que hay la predisposición de invertir en el deporte en general. Lo que percibo es que la no intervención tan fuerte tiene que ver con el tema coyuntural de lo económico, de lo financiero. Hay la voluntad, la noté, pero no hay los recursos.

Su contrato con la Ecuafútbol terminó tras el Sudamericano, sin embargo, ya dirigió el Mundial y ahora está planificando Panamericanos y Preolímpico ¿Por qué no ha firmado la renovación?

Estamos en eso. Tenemos que sentarnos a conversar sobre el proyecto que se busca, sobre qué podemos mejorar, qué se implementará. El contrato anterior terminó en el Sudamericano porque hasta allí llegaba el mandato de Carlos Villacís. Me parecía ilógico atar de manos a una directiva entrante así que pedí que sea hasta ese momento.

¿Y qué busca del proyecto?

Inicialmente que el proyecto vaya hasta el final del mandato actual en la Federación. Entre las cosas que se buscan está invertir más en la educación de los futbolistas, eso es clave, más entrenamientos, más giras internacionales. Por ejemplo, fuimos al Mundial pero nunca habíamos enfrentado a un europeo. La primera vez fue contra Italia en los grupos y si la suerte era otra en la semifinal, la final habría sido con otro europeo. Entonces, se hace necesaria una gira europea y cosas así.

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