De las clásicas disputas entre hermanos en casa a un enfrentamiento en la élite del tenis mundial. Francisco (26 años, 28º del ranking) y Juan Manuel Cerúndolo (23, 139º) protagonizaron un momento para la historia en el ATP 250 de Buenos Aires, ante su gente.

En juego, un lugar en los cuartos de final, que terminó en manos del mayor de los dos. Con una victoria por 6-2 y 6-3 en 1 hora y 17 minutos, Francisco avanzó a la siguiente ronda, donde se medirá con el máximo favorito, Alexander Zverev, en una jornada cargada de emociones.

Ecuador y Suiza jugarán serie del Grupo Mundial I en Salinas

“Es un partido difícil de jugar, sinceramente. Uno nunca quiere enfrentarse a su hermano”, admitió Francisco tras el encuentro. No era para menos: fue el primer duelo entre hermanos sobre la arcilla bonaerense y apenas el quinto en este siglo en el circuito ATP, después de los choques entre Alex y Mischa Zverev (Washington 2018), Gerald y Jürgen Melzer (Kitzbühel 2016) y Olivier y Christophe Rochus (Palermo 2000 y Wimbledon 2002).

La relación entre los Cerúndolo se reflejó en sus palabras tras el partido. Francisco intentó poner en palabras la complejidad del momento: “Siempre que juega, quiero que gane. Literalmente, es el único jugador en el circuito con el que siento que soy un hincha. Que te toque enfrentarlo es complicado. Creo que la mayor forma de respeto es jugar los dos al 100%, sin decir nada, pero jugando a full. Intentamos hacerlo y hoy se dio para mí. Estoy muy contento por mi juego y porque él viene ganando confianza tras su buen desempeño en la qualy la semana pasada. Creo que fue positivo para los dos”.

Ecuador, al Mundial sub-14 de tenis

Juan Manuel, en cambio, fue más directo y fiel a su estilo. En su cuenta de ‘X’ dejó un mensaje con humor: “Me cagaste a palos. Tirala más afuera la próxima, así es más entretenido. A seguir así el viernes”.

En casa de los Cerúndolo, el tenis es más que un deporte: es un idioma familiar. “Nuestra casa es un vestuario. Hablamos de deporte, de tenis, todo el día. Como padres, nunca les impusimos ser deportistas ni la obligación de ser buenos. Les dimos el deporte como base para la vida, y cada uno fue haciendo su camino, lo que hoy nos llena de orgullo”, explicó su padre, ‘Toto’ Cerúndolo, extenista y actual entrenador. La madre, María Luz, exjugadora y psicóloga, suele acompañar a sus hijos en los torneos.

Antes del duelo, Francisco había anticipado: “No sé cuántas familias pueden decir que dos hermanos juegan octavos de final en el ATP de su casa. Pase lo que pase, ganamos todos”. Y así fue. Orgullo familiar y una nueva foto para el salón.

Para más noticias de este tipo, ¡SUSCRÍBETE A EXTRA!