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Los jugadores de Orense celebraron de rodillas y con las manos en alto la goleada 5-2.API

Mushuc Runa, el día que Orense les voló el ponchito a punta de goles

Opinión: Los hombres nuevos venían embalados. Los plataneros gustaron y golearon. La dupla Mena-Parrales, generosa con el Orense

El Mushuc Runa, tras su campañón en Copa Sudamericana, recibió de local una amarga y aleccionadora goleada de Orense. Y es que en su propia ‘llacta’ (tierra o lugar de origen, en kichwa) los ‘runas’ tuvieron que cargar con el canasto lleno.

Pese a ello, la euforia es seductora: Alfonso Chango, su carismático y vitalicio presidente, se animó a convertir sus entrevistas en unas diversas, divertidas y sorprendentes ‘master class’ en ‘todología’.

Ponchito al pecho, Chango ha narrado desde su infancia de surcos y azadón, hasta el efecto de la innovación empresarial en el runa del altiplano; pasando por su interpretación de la diversidad y estereotipos de sus paisanos, ante una supremacía de los ‘hispanos’, como llama a los mestizos.

Salió volando el poncho

Luis Alfonso Chango es el propietario de Mushuc Runa.cortesía

Pero la alegría de Chango duró poco, tras caer a los pies de un impecable e implacable Orense que, por su parte, ejecutó otra premisa futbolera: nada más alentador que golearse al más pintado.

Los del Bananerito superaron de largo a unos irreconocibles ‘hombres nuevos’. Y es que el DT Antuña aprovechó: pese a iniciar con marcador en contra y recibir el empate a dos tantos, pudo sacudir con éxito el juego y hacerse de una victoria memorable. Orense se recompone y al Ponchito le toca rehacerse.

Parrales y Mena, dupla gol

Los del poncho anotaron con Olinik y Elian Caicedo, con dos certeros cabezazos. Mérito aparte, la sutileza en las anotaciones de los plataneros: pases entre líneas, corridas sin desperdicio de un segundo, definiciones con una diferenciada calidad en su factura.

El pase de Mena, desde su campo a plenos 35 metros, donde Parrales se lució y descuadró la salida del portero Formento: 2-1. Pedro Pablo Velasco recordará su tiro libre: sobre la barrera y suficientemente esquinado: 3-2.

De Formento a tormento

A los 60 minutos, Mena recompuso un error en la salida y alargó el balón exacto para la corrida de Parrales, quien centró preciso y suave. La pelota llegó a Herrera y con guante blanco en su botín izquierdo desvió a las redes.

Mena y su ángel en modo fuego: a los 64’, otro pase formidable al que acudió con cambio de pie el goleador Parrales: 5-2. Con semejante goleada, la clase y juego colectivo de los plataneros tuvieron un ‘pato’. Para Formento, el partido terminó en tormento.

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