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El caso de Imane Khelif desató nuevas políticas sobre verificación de sexo en el boxeo.MONTAJE EXTRA

Polémica en el deporte: Imane Khelif y la disputa por su identidad sexual

Tras una filtración médica, Khelif enfrenta nuevas reglas de elegibilidad en el boxeo olímpico

La boxeadora argelina Imane Khelif, reconocida por su destacada actuación en los Juegos Olímpicos de París 2024, enfrenta una intensa controversia internacional luego de que se filtrara un informe médico que sugiere que es biológicamente hombre. El caso ha puesto en jaque a las federaciones deportivas y ha reavivado un debate global sobre las políticas de género en el deporte profesional.

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Un informe médico filtrado enciende la alarma

La polémica surgió tras la publicación de un presunto informe médico confidencial, elaborado por un laboratorio acreditado en Nueva Delhi, que habría determinado que Khelif posee un cariotipo masculino (XY), niveles elevados de testosterona, y una condición conocida como deficiencia de 5-alfa reductasa. Esta última es una alteración genética que puede impedir el desarrollo de genitales masculinos externos, provocando que la persona sea criada como mujer a pesar de tener características biológicas masculinas.

El documento también afirma que Khelif carece de útero y ovarios, y que presenta gónadas en los canales inguinales, una situación anatómica asociada con la intersexualidad.

World Boxing cambia sus políticas y se disculpa

Ante la controversia, la organización World Boxing anunció la implementación de una nueva política: todos los boxeadores mayores de 18 años deberán someterse a pruebas obligatorias de sexo a partir del 1 de julio de 2025. Estas pruebas incluirán análisis genéticos y hormonales para determinar si los atletas cumplen con los criterios biológicos para competir en sus respectivas categorías.

El presidente de World Boxing, Boris van der Vorst, pidió disculpas públicas por haber mencionado a Imane Khelif en el comunicado oficial sobre los cambios en la política, reconociendo que su derecho a la privacidad fue vulnerado.

Una situación que expone vacíos legales y éticos

Lejos de responder de forma directa a las acusaciones, Khelif optó por una vía más simbólica y emotiva. En el marco del Día Mundial de los Padres, aprovechó su rol como embajadora de UNICEF para compartir un mensaje que, más allá de lo explícito, deja entrever aspectos profundos de su identidad y convicciones. “Me considero una niña, como cualquier otra. Nací niña, crecí como niña y he vivido toda mi vida como tal.”

Por otro lado, colectivos feministas y defensores de los derechos LGBTIQ+ han señalado que este tipo de pruebas pueden ser invasivas, humillantes y violatorias de los derechos humanos, y han pedido una mayor sensibilidad y criterios científicos más amplios para abordar estos casos.

El caso de Khelif revela las grietas en las regulaciones deportivas internacionales respecto a la identidad de género y el sexo biológico. La falta de consensos científicos y normativos sobre cómo manejar estos casos deja a los atletas expuestos a juicios públicos, discriminación y pérdida de oportunidades.

Este episodio podría marcar un antes y un después en la historia del deporte olímpico, impulsando a los organismos internacionales a revisar profundamente sus protocolos para lograr un equilibrio entre inclusión, privacidad y justicia competitiva.

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