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Varios de los tiro prácticos que participaron en el Gran Nacional de este deporte en Guayaquil.Jerson Ruiz

Tiro práctico: carabinas de 9 mm ganan terreno en el Gran Nacional de Guayaquil

Gran Nacional de tiro práctico en Guayaquil reunió a más de 160 deportistas

El fin de semana, Guayaquil fue el epicentro del tiro práctico en Ecuador, con dos intensas jornadas del Gran Nacional, que reunió a más de 160 deportistas en el Club de Tiro y Aviación del Guayas.

El sábado8 de noviembre se disputaron las categorías de pistolas, donde más de 100 competidores demostraron su puntería y control.

Pero la gran novedad llegó el domingo 9: las pruebas con carabinas de 9 mm, una modalidad en auge que exige mayor concentración y precisión logística.

Las carabinas están de moda

Roberto Gilbert Febres Cordero y uno de los rifles de la competencia.Jerson Ruiz

Las armas largas, como también se les llama a las carabinas o rifles, requieren precisión quirúrgica y disciplina. Cada detalle cuenta: el viento, la postura, la respiración.

“Es lo que está de moda y cada día tenemos más participantes en estas competencias”, explicó Roberto Gilbert, presidente de la Federación Ecuatoriana de Tiro, al inaugurar el certamen.

“En realidad hemos realizado dos nacionales: el de pistolas y el de carabinas. Esto tiene cada vez más aceptación”.

UN TOP MUNDIAL EN FAMILIA

El ambiente fue intenso y familiar. Entre los competidores destacó el quiteño Ricardo López, tres veces campeón mundial de tiro práctico (Indonesia 2008, Grecia 2011 y EE. UU. 2014).

López no compitió solo: llegó con su esposa María Fernanda Zapata, también deportista, su hija Francisca, encargada de la logística, y su hijo Joaquín, de apenas 14 años, quien ya compite profesionalmente desde los 11.

Los López una familia del tiro práctico: María Fernanda dispara, Francisca apoya, Joaquín compite junto a papá Ricardo López.JERSON RUIZ

“Es difícil porque soy su entrenador y su papá. A veces toca hablar fuerte, pero sin olvidar que soy su padre”, comentó entre risas Ricardo, mientras observaba a Joaquín preparar su carabina.

El campeón recordó a su padre, César López, como su guía y mentor:

“Cuando me recuerdan los campeonatos mundiales, pienso en mi padre. Gracias a Dios y a él pude ser tres veces campeón mundial”.

Sobre el evento en Guayaquil, añadió: “Las pistas estuvieron muy bien diseñadas, fueron dos días fuertes bajo el sol. Gané en pistola estándar el primer día y ahora, con rifles, es una experiencia distinta”.

El Gran Nacional dejó más que resultados: fue una celebración del esfuerzo, la precisión y la unión familiar que impulsa al tiro ecuatoriano.

Una puntería que apunta alto… con el corazón.

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