El sueño del regreso a la primera categoría volvió a truncarse para Deportivo Quito y su hinchada. Los chullas quedaron eliminados en los octavos de final del ascenso nacional, tras empatar 1-1 la noche del viernes 31 de octubre en el estadio Gonzalo Pozo Ripalda frente a Mineros, que había ganado 1-0 en el duelo de ida.

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El encuentro tuvo tintes dramáticos. Los azulgranas igualaron la serie con un tanto de Piero Guzmán (60’), lo que ilusionó a su afición con la remontada. Sin embargo, un golazo desde media cancha del visitante John Angulo (83’) sepultó cualquier esperanza y dejó sin reacción al conjunto capitalino.

Pese a los intentos finales de la AKD por forzar los penales, el marcador no se movió. La ansiedad por marcar generó espacios que Mineros no supo aprovechar, aunque dispuso de opciones claras para ampliar la ventaja.

El desenlace desató la frustración en el estadio. Al confirmarse la décima temporada consecutiva sin ascenso, un grupo de hinchas rompió las puertas de la preferencia e intentó agredir a los jugadores de Mineros, además de enfrentarse con miembros de la seguridad privada y los pocos policías presentes. También se reportaron daños en las pantallas publicitarias LED de la Caldera del Sur.

La posición de D. Quito y Mineros

Tras los incidentes, Deportivo Quito emitió un comunicado en el que repudió los actos de violencia, anunció la presentación de una denuncia penal y advirtió que prohibirá de por vida el ingreso a los responsables a cualquier evento del club.

Por su parte, Mineros también se pronunció, rechazando las agresiones físicas y verbales sufridas por sus jugadores, cuerpo técnico y directivos.

El episodio deja un nuevo capítulo amargo para Deportivo Quito, que deberá seguir esperando para cumplir el sueño de regresar al fútbol de élite ecuatoriano.

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