Con septiembre casi terminando, muchas familias empiezan a preguntarse cómo llegar a diciembre con recursos suficientes para regalos, cenas y viajes sin caer en deudas. Dos voces expertos en planificación financiera comparten sus perspectivas sobre las mejores estrategias para organizar las finanzas de cara a las fiestas.

(Te puede interesar: Ecuador: Así puedes ahorrar cuando te mandan dinero del extranjero)

“El crédito no es malo, lo malo es el sobreendeudamiento”

Para el economista Francisco Briones, el punto de partida es cambiar la percepción negativa que suele tenerse del crédito.

“No hay que satanizar ni tener un mal concepto del crédito o del endeudamiento, sea cual sea el propósito: para consumo, para comprar bienes más grandes como una casa, un vehículo o estudios, o para gastos cotidianos, incluso celebraciones. El problema no es el crédito en sí, sino su mal uso o, peor aún, el sobreendeudamiento, que termina ocasionando crisis financieras en los hogares”, afirma.

El especialista considera que lo fundamental es aprender a usar adecuadamente las herramientas financieras disponibles: tarjetas de crédito, avances en efectivo o préstamos.

“Con un uso responsable y una adecuada planificación financiera se pueden resolver muchos problemas, atender emergencias, realizar gastos necesarios e incluso permitirse consumos suntuarios”, explica.

Briones sostiene a EXTRA que el crédito puede entenderse como un ahorro adelantado. “La variable clave en este análisis es el tiempo: puedo ahorrar seis meses para adquirir un bien o decidir comprarlo hoy y pagarlo en seis cuotas. En esencia, es lo mismo; la diferencia está en el momento en que disfruto el bien o servicio. La columna vertebral de todo esto es la planificación financiera”, asegura.

Para el economista, la clave está en analizar la duración del bien adquirido. Si se trata de una casa, endeudarse resulta razonable: “Ahorrar 5, 10 o 15 años para comprar una vivienda puede ser inviable, mientras que el inmueble me va a durar muchos más. En ese caso, endeudarse tiene sentido”.

En cambio, advierte que utilizar crédito para gastos de consumo inmediato, como una cena navideña o regalos que se usan en el instante, solo genera una carga financiera innecesaria.

Su recomendación práctica es clara:

• Guardar efectivo para gastos urgentes, efímeros o suntuarios.

• Utilizar crédito planificado para compras duraderas, como vivienda o bienes de largo plazo.

(Te recomendamos leer: Lo que debes saber sobre economía y finanzas antes de comprar los regalos de Navidad)

La disciplina y el compromiso son la mejor estrategia

En contraste, Darío Quisaguano, ingeniero en finanzas y auditoría, pone el énfasis en la constancia y el orden como pilares del ahorro.

“Cada familia debemos tener la estrategia de ahorrar, no solo en miras de cubrir un evento específico como diciembre, sino como un rubro fijo para hacer realidad nuestros sueños más grandes”, asegura.

Para Quisaguano, la clave está en dos palabras: disciplina y compromiso. “Si tus ingresos los recibes día a día, semanalmente, quincenalmente o mensualmente, debes comprometerte a separar el porcentaje establecido antes de comprometerlo en otros temas”, señala a este diario.

Ese porcentaje, afirma, debe ser entre 10% y 20% del ingreso mensual, siempre y cuando ya se hayan cubierto los gastos básicos como alimentación, vivienda, salud y educación.

El especialista recurre incluso a ejemplos bíblicos para ilustrar la importancia de planificar con tiempo.

En Proverbios 6 se lee: “Perezoso, sigue el ejemplo de la hormiga; mira lo que hace y aprende de ella. La hormiga no tiene quién la mande, ni jefe ni líder. Sin embargo, durante el verano reúne todo su alimento; guarda su comida en la cosecha”.

Y recuerda también la historia del pueblo de Israel cuando, en tiempos de abundancia, se les instruyó ahorrar una quinta parte de todo lo que produjera la tierra para estar preparados ante la hambruna.

En cuanto a herramientas, Quisaguano sugiere separar el dinero destinado a diciembre de manera física o digital. Puede ser a través de una cuenta de ahorros en otro banco, aplicaciones financieras, o métodos tradicionales como sobres o alcancías ('el chanchito'). “Lo importante es que ese dinero no se mezcle con el flujo mensual destinado a otros gastos de la familia”, indica.

Entre los errores más comunes de las familias en esta época, Quisaguano menciona:

• Gastar más de lo que se tiene por presión social.

• No elaborar un presupuesto y comprar impulsivamente.

• Usar tarjetas de crédito sin un plan claro de pago.

Su propuesta es sencilla: “Para evitar cometer errores financieros debemos tener dominio propio, ser sobrios y no dejarnos llevar por las emociones del momento”.

Anticipar, planificar y diferenciar

Aunque Briones y Quisaguano tienen enfoques distintos -el primero defendiendo el uso responsable del crédito y el segundo privilegiando el ahorro disciplinado- ambos coinciden en un punto fundamental: la anticipación es la clave.

Planificar desde septiembre, separar un porcentaje fijo del ingreso y diferenciar entre gastos inmediatos y bienes duraderos son las acciones más efectivas para disfrutar de las fiestas sin comprometer el inicio del nuevo año.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡Suscríbete aquí!