Un nuevo golpe al narcotráfico se registró este sábado 13 de septiembre de 2025 en altamar, cuando la Armada del Ecuador, en coordinación con la Guardia Costera de Estados Unidos, interceptó varias embarcaciones que transportaban un cargamento de 2,4 toneladas de clorhidrato de cocaína. En la operación fueron aprehendidos 16 ciudadanos ecuatorianos, quienes permanecen bajo custodia de las autoridades nacionales.

La entrega se realizó en aguas internacionales, a unas 40 millas náuticas frente a Esmeraldas, bajo protocolos establecidos en acuerdos internacionales de cooperación marítima. Una lancha guardacostas estadounidense trasladó a los tripulantes y la droga hasta el muelle de la Autoridad Portuaria de Esmeraldas, donde fueron recibidos por la Armada del Ecuador y posteriormente puestos a órdenes de la Fiscalía General del Estado.

De acuerdo con los reportes oficiales, el cargamento decomisado tiene un valor aproximado de 4 millones de dólares en el mercado local, cifra que se dispara a 60 millones en Estados Unidos y 93 millones en Europa. Las primeras pruebas de campo confirmaron que se trataba de cocaína transportada en embarcaciones, presuntamente vinculadas a organizaciones delictivas que abastecen a carteles de Centroamérica.

Intercambio de información permitió la captura

Las autoridades marítimas explicaron que la operación fue posible gracias a un intercambio de información e inteligencia entre Ecuador y EE. UU., lo que permitió detectar los movimientos de la organización y ejecutar el abordaje en altamar. Algunos de los aprehendidos registran antecedentes penales, según revelaron los primeros análisis de investigación.

El Bloque de Seguridad, integrado por la Armada y la Policía Nacional, destacó que este operativo ratifica su compromiso con la defensa de la soberanía, la vigilancia de los espacios marítimos y la lucha contra el narcotráfico, que amenaza la seguridad ciudadana y el bienestar del país. Además, se remarcó que la acción se enmarca también en la protección de la vida humana en el mar y la preservación de los recursos naturales frente a actividades ilícitas.

Las investigaciones continúan en coordinación con la Fiscalía para determinar la red detrás de este cargamento y su conexión con estructuras criminales internacionales.

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