La familia de los esposos Valeria Alcívar Falcones (30) y John Jairo Vera Cedeño (32), desaparecidos desde el pasado jueves cuando salieron desde el sitio La Jagua del cantón Rocafuerte a comprar medicina para su hijo enfermo, teme lo peor. Luego de varios días de incertidumbre, dolor y nostalgia, un hecho macabro los mantiene en vilo.

La tarde del domingo, en el sector San Eloy, en la vía Rocafuerte–Charapotó, provincia de Manabí, fueron hallados dos sacos con partes de cuerpos mutiladas. Junto a ellos se encontraron panfletos con mensajes amenazantes, lo que incrementa la consternación y el miedo entre los habitantes del lugar.

Fueron transportistas que circulaban por la zona quienes notaron los bultos a un costado de la vía. Al acercarse, un olor a putrefacción los alertó, y observaron cómo de uno de los sacos sobresalía parte de un cuerpo. De inmediato dieron aviso a las autoridades.

Minutos después, agentes de Criminalística y Dinased llegaron al sitio, acordonaron el área y procedieron a levantar los indicios, vestigios y huellas. Los restos fueron trasladados hasta el Centro Forense de Manta, donde se realizarán los análisis científicos que permitan confirmar las identidades.

Dolor, miedo y una provincia enlutada

Los familiares de la pareja permanecen consternados y aferrados a una mínima esperanza, aunque reconocen que la cercanía entre el sitio de la desaparición y el lugar del hallazgo los hace temer lo peor. Los cuerpos, inicialmente ingresados como NN (no identificados), podrían pertenecer a los esposos, según presunciones extraoficiales.

En redes sociales comenzaron a circular videos de personas que aseguran haber visto los panfletos hallados junto a los restos, en los que se amenazaba con atacar a otras personas. Este detalle hace presumir que se trata de un hecho vinculado a un ajuste de cuentas o venganza entre grupos delictivos, cuyo modus operandi es ejecutar asesinatos con extrema violencia y dejar mensajes intimidatorios.

Rocafuerte, una tierra trabajadora y pacífica, vuelve a estremecerse ante una tragedia que golpea el alma de toda una comunidad. Mientras la Policía avanza en las investigaciones, una familia clama por respuestas y por justicia, aferrándose a la esperanza de que, si bien los cuerpos podrían ser de Valeria y John, al menos puedan encontrarlos y darles un descanso digno.

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