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Daniel Noboa, presidente de Ecuador, impulsa programas socioeconómicos en su Gobierno.Cortesía Flickr Presidencia de Ecuador

¿Qué hay detrás del programa 'Firmes con Noboa' en tiempos de referéndum?

Programa ‘Firmes con Noboa’ promete alivios locales. Expertos lo ven táctico y con finalidad electoral antes del 16 de noviembre

El 27 de octubre de 2025, el presidente Daniel Noboa presentó el programa de incentivos “Firmes con Noboa”, una iniciativa que, según el Gobierno, busca “impulsar la reactivación económica del sector productivo que se vio afectado por las paralizaciones focalizadas”. El anuncio llegó apenas una semana después del fin del paro nacional que se prolongó durante un mes, y su aplicación se limita a las provincias de Imbabura y Carchi, así como a los cantones y parroquias de Pichincha: Cayambe, Pedro Moncayo, Guayllabamba y Calderón.

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La propuesta incluye líneas de crédito, alivios financieros y paquetes para el sector agrícola. Sin embargo, varios especialistas en comunicación política y ciencias sociales advierten que el programa tiene un propósito más político que económico, sobre todo considerando la proximidad del referéndum del 16 de noviembre. La coincidencia temporal y el nombre del plan, que incorpora el apellido presidencial, alimentan la percepción de una estrategia con fines proselitistas.

Para la politóloga Andrea Endara, coordinadora de la carrera de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Casa Grande, el programa no representa un fondo nuevo, sino una reconfiguración de recursos y proyectos que ya existían bajo otros nombres. “Probablemente está utilizando los fondos que ya tenía planeado con distintos bonos, pero les cambia el nombre”, explica. Entre los incentivos reempaquetados se encontrarían iniciativas como Crédito Violeta, Crédito 7x7, chatarrización, reducción del IVA y Cuidando al agro.

Firmes con Noboa, nuevo programa del Gobierno de Ecuador para afectados del paro nacional.ChatGPT

El analista político Giuseppe Cabrera coincide con esa lectura y agrega que el presidente “hace eso de manera oportunista y trata de sacarle provecho y de exprimirle la mayor ventaja electoral”. Según Cabrera, Noboa actúa rápido no por innovación, sino por necesidad política: “lo más sencillo de hacer es congelar intereses de la banca pública, regalar asignaciones de recursos directos y nuevas líneas de crédito”. A su juicio, se trata de “la misma vieja receta de siempre”.

¿Un plan de reactivación o una herramienta electoral?

Otros analistas sostienen que la iniciativa no se enmarca en una política pública estructural, sino en una acción temporal. La consultora María Fernanda Carvajal considera que este tipo de medidas pueden resultar contraproducentes: “Cuando dejamos de darle algo a una persona, a veces somos mal vistos y eso, después, le podría jugar en contra”.

Por su parte, el académico Juan Carlos Valarezo, de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador, cree que el programa “se ve bastante proselitista” y que, más allá de su envoltorio económico, “lo que está haciendo Noboa es solo colocar un curita en una herida mucho más amplia”. Según explica, el Gobierno confunde la reactivación con la compensación, pues una verdadera política de recuperación productiva requeriría seguimiento, empleo y productividad, no simples transferencias o alivios puntuales.

Los expertos coinciden en que “Firmes con Noboa” responde a una estrategia de control del descontento social tras las protestas, al mismo tiempo que busca reforzar el apoyo político al presidente. Endara considera que también funciona como “un lavado de cara de la represión y de la violencia que hubo”, mientras que Carvajal subraya que intenta “conseguir apoyo hacia el presidente” mediante beneficios que actúan como dádivas y no como políticas sostenibles.

Las críticas apuntan a que el Gobierno estaría subestimando a la ciudadanía de las zonas priorizadas, sobre todo a comunidades indígenas y rurales, cuyas necesidades estructurales —dicen— van mucho más allá de créditos o subsidios temporales. Así, entre la coyuntura electoral y la expectativa de reactivación, el programa parece debatirse entre el discurso de la ayuda y la realidad de una política de corto alcance.

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