A las 23h15 del martes, un nuevo crimen estremeció al cantón Salinas. En el barrio Vinicio Yagual Dos, de la parroquia José Luis Tamayo, al pie de la vía perimetral que conecta Punta Carnero con Salinas, fue encontrado el cuerpo de un hombre asesinado a tiros. La víctima yacía tendida junto a la carretera, en un sector oscuro y casi deshabitado.

Los moradores relataron que el silencio de la noche se rompió con cuatro detonaciones. Alarmados, varios salieron de sus viviendas para verificar lo sucedido y se toparon con la escena: un hombre tendido boca abajo, sin signos de vida y con múltiples impactos de bala. No había nadie más alrededor; solo el eco de los disparos y el miedo que volvió a instalarse en la comunidad.

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El fallecido vestía un buzo color naranja, bermuda playera azul y zapatos deportivos blancos, según detallaron los agentes policiales que acudieron al sitio. Durante la revisión preliminar se determinó que no portaba documentos de identificación, lo que dificultó su reconocimiento inmediato.

Vecinos del sector aseguraron que el hombre no residía allí. “Nunca lo hemos visto, no es del barrio”, comentaron mientras observaban con preocupación el acordonamiento policial. Esta afirmación abre la posibilidad de que la víctima pudo estar acompañada de sus asesinos.

Los peritos investigan si el hombre transitaba por la zona o si fue transportado hasta ese punto para ser ejecutado, considerando que se trata de un tramo sumamente oscuro, propicio para acciones delictivas sin testigos.

El sitio, pese a ser una vía transitada durante el día, se ha convertido en un peligroso corredor nocturno, donde la falta de iluminación y presencia policial facilita que el crimen se mueva en silencio. Los habitantes expresaron su temor al indicar que ya no es seguro caminar por la zona después del anochecer.

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Barrio peligroso

Este no es un hecho aislado en el barrio Vinicio Yagual Dos, días atrás se produjeron otros crímenes, lo que levanta sospechas de que el sector estaría siendo utilizado como punto de grupos delictivos. El crimen del martes se suma a una lista que sigue creciendo y que mantiene en alerta a toda la parroquia.

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