La Cooperativa de Transporte 2 de Noviembre volvió a circular este miércoles 24 de septiembre, luego de permanecer 21 días paralizada tras un brutal ataque armado contra uno de sus conductores en plena jornada laboral.

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El hecho violento, que dejó al chofer herido de bala en una pierna, ocurrió el pasado 3 de septiembre en la comuna Loma Alta, al norte de la provincia de Santa Elena, y sembró el miedo entre usuarios y transportistas.

El atentado no fue un hecho aislado. Días antes, en la comunidad de Valdivia, sujetos en motocicletas interceptaron un bus de la misma cooperativa para lanzar panfletos con amenazas directas.

La violencia obligó a suspender el servicio en toda la ruta, que conecta a miles de pobladores desde Loma Alta, Barcelona, Sinchal, Valdivia y San Pedro hasta la terminal terrestre Sumpa, en Santa Elena. Durante tres semanas, las comunidades quedaron prácticamente incomunicadas, dependiendo de trasbordos costosos e inseguros.

Hoy, con la reanudación de operaciones, los buses circulan en un horario restringido, de 06h00 a 18h00, como una medida de seguridad. Los directivos hicieron un llamado a la unidad y al respaldo ciudadano para enfrentar juntos el temor que buscan imponer los grupos delincuenciales.

“La Cooperativa 2 de Noviembre reafirma su compromiso de brindar un servicio responsable y cercano. Entre todos debemos protegernos y valorar el esfuerzo en bien de la seguridad”, señala el comunicado oficial de la empresa.

Población los respalda

El regreso de las unidades ha sido recibido con entusiasmo por los habitantes de la zona, quienes resaltan que el transporte público es vital para su vida diaria. “No podemos dejarnos vencer por el miedo. Necesitábamos este servicio; para trasladarnos teníamos que hacer trasbordos y pagar más pasajes”, expresó Claudio Rodríguez, usuario de la cooperativa, reflejando el sentir colectivo de la comunidad.

La reapertura de las rutas no solo significa movilidad, sino también resistencia frente a la violencia que golpea a Santa Elena. Mientras tanto, los moradores y transportistas esperan que las autoridades garanticen la seguridad necesaria para que este retorno no sea temporal, sino el inicio de una etapa donde prevalezcan la confianza y la paz en los caminos.

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