Mónica Gilly, la recordada Beba Veneno del programa Aló qué tal, allá en los años noventa, sentencia: “Seré actriz hasta el último día de mi vida”.

Gilly vivió su época de gloria hacía unos 30 años, cuando su nombre aparecía en las marquesinas de los teatros Humoresque, El Candilejas, del Unicentro, y el Bolívar, junto a actores de élite como Antonio Santos, Franco Galecio, Cecill Villar, Marcos Espín, Atala, Johnny Shapiro, entre otros.

“De aquellos años, hoy solo quedan bellos recuerdos. El teatro está agonizante en el país y las producciones televisivas son escasas. Muchas veces se escoge a actores con poca o nada de experiencia por cuestión de costos”, comentaMónica.

Antes no había canal de televisión en el que no hubiera incursionado en producciones como ‘Teatro como el teatro’, ‘El barbero de cebolla’, ‘Sin confirmar’, ‘El ángel está vivo’ y más. A sus 53 años, la situación es otra para la actriz, quien atraviesa duros momentos.

Tras el Covid-19

Mónica se contagió de COVID-19 y eso la dejó convaleciente. Vive sola con sus cuatro perritos. No tiene trabajo como actriz, y para sobrevivir se dedica al comercio, a la cocina y a cantar jingles.

“Hubo días durante la cuarentena que hasta el dinero para la ‘papa’ se hizo duro de conseguir, pero hoy gracias a la campaña política estoy ganando haciendo jingles”, dice.

“Incluso hasta el dueño de casa del departamento que arriendo en la ciudadela El Recreo, de Durán, me quiere sacar, pese a estar al día”, expresa la actriz.

Tiene fe de que en el 2021 le irá bien y no descarta que se cumpla su sueño de regresar a las tablas y la televisión, finaliza Mónica Gilly. 

"A mis 53 años vivo sola con mis cuatro perritos, que son como mis hijos"