La repentina desaparición del coreógrafo y bailarín Carlos Menéndez del ámbito televisivo generó múltiples interrogantes. Conocido por su participación como juez en el reality show ‘BLN’, Menéndez se alejó de las cámaras sin previo aviso.

Hoy rompe el silencio y le explica a EXTRA que su retiro se debió a una combinación de motivos personales, laborales y una experiencia que califica como “aterradora”. Recibió una misteriosa oferta a través de su número celular que lo dejó marcado.

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“Me hicieron una entrevista en un programa online, el episodio se volvió viral y gané un premio, creo que era el ‘Hueco de oro’ o algo así. Luego de eso, alguien que me vio en redes me contactó para contratarme, me querían para un supuesto show privado. Me decían que el ‘patrón’ era fan mío, que quería un monólogo en su cumpleaños y que pagarían 300 mil dólares. Ahí me pareció absurdo. Yo no soy actor, no hago monólogos. Soy coreógrafo, bailarín, juez de baile”, relata.

Carlos sería el regalo de cumpleaños para el ‘patrón’, quien aseguraba tenerlo todo. Sin embargo, si realmente querían sorprenderlo, pidió a sus empleados que le llevaran al coreógrafo para que hiciera un monólogo de una hora frente a sus invitados.

Confiesa que nunca había sentido tanto miedo. Pasó encerrado y deprimido en su casa desde enero, cuando empezó todo, hasta mediados de marzo, cuando salió para la clausura de año de sus escuelas de danza. “Llevo 18 años trabajando sin parar, siempre activo, y esto me golpeó duro”.

Aunque la conversación con aquel desconocido siempre fue respetuosa y sin amenazas directas, el asunto se volvió inquietante, por las constantes llamadas recibidas desde distintos números telefónicos, en las que le detallaban los lugares donde se encontraba y cómo era su carro.

Sabían todos sus movimientos

“Sabían dónde estaba, qué carro manejaba, la placa, en qué supermercado me encontraba”, recuerda. Sin embargo, nunca presentó una denuncia formal porque al inicio pensó que se trataba de una broma y luego por temor a que le hicieran algo peor. Por eso optó por aislarse y comentarle su situación a sus jefes en el canal, a dos amigos de confianza y a un pariente que es miembro de la Policía Nacional.

No fue un secuestro, pero sintió que eso era lo que buscaban. “Me presionaron durante semanas. Al principio pensé que era una broma. Luego me di cuenta de que no era así. Esa persona me decía que yo pusiera el precio, que él me iría a ver y a dejar. Me juró por su hija que no me harían daño, todo con tal de que le diera un show al ‘patrón’”.

El teléfono al que le llegaban los mensajes se lo dio a una persona. Durante el rastreo, se detectó que estos provenían de Santo Domingo de los Tsáchilas y de Quito.

Ha preferido mantenerse alejado de la televisión

Con el pasar de los días, las llamadas y mensajes cesaron. Desde entonces, Menéndez ha preferido mantenerse alejado de la televisión y enfocado en sus proyectos personales. Ha abierto nuevas escuelas de danza y relanzado su propuesta de gimnasia, que ha tenido gran acogida.

“En ‘BLN’ son mis amigos, saben que mi pasión está entre la televisión y mis escuelas, pero ahora prefiero cuidar mi seguridad y enfocarme en lo que he construido. Aunque me han llamado de otros canales, he dicho que no”, concluye.

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