El actor ecuatoriano Carlos Scavone continúa rompiendo esquemas con su pódcast D’Mente Abierta, un espacio en el que las conversaciones se alejan de la farándula y se adentran en las historias reales y crudas de quienes habitan en la sociedad. En el tercer episodio, el invitado fue un sicario, cuya identidad permanece en el anonimato por obvias razones. 

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"Todas las entrevistas que hago las tomo como una conversación entre dos personas. Yo quiero entender qué hay detrás de sus decisiones, qué pasa en sus cabezas y por qué llevan ese estilo de vida", explicó Carlos en declaraciones exclusivas a EXTRA. Aunque tiene siete episodios grabados, asegura que no busca el morbo, sino despertar curiosidad y empatía por las realidades ajenas. Entre sus invitados figuran un exconvicto, una trabajadora sexual, un sacerdote que realiza exorcismos y un excomandante militar.

La experiencia con el sicario fue particularmente intensa. Scavone contó que, fuera de cámaras, el hombre lo miró a los ojos, mientras hablaba de cómo se calcula el precio que suele pagarse por acabar con la vida de un famosos: "Me dijo que él no estaba armado, pero alguien afuera sí. Me quedé fuera de base", reveló el actor. Carlos, quien se encarga personalmente de verificar la autenticidad de sus invitados con ayuda de un contacto de confianza, no es ajeno al riesgo, pero se mantiene firme en su propósito de mostrar lo que la sociedad muchas veces elige ignorar.

"Jamás justificaré un crimen, ni haré apología de la violencia", aclaró Scavone. "Pero vivimos en una sociedad caliente, con un trasfondo fuerte, y eso es lo que quiero que la gente vea. Yo no educo, pero muestro historias reales para que cada uno reflexione".

Una historia de violencia desde la infancia

El invitado relató que a los 14 años comenzó robando y a los 17 cometió su primer asesinato. “Nunca se olvida”, confesó sobre su primera víctima, un encargo que le dejó marcada la imagen de los proyectiles entrando al cuerpo de esa persona. Creció en un barrio del sur de Guayaquil, donde presenció su primer asesinato en plena calle. Desde entonces, los robos y amenazas fueron parte de su día a día.

En su relato, el sicario describió cómo se suele reclutar niños y adolescentes: primero misiones pequeñas como robos o favores, y luego tareas más peligrosas. "Para eso no hay edad", dijo con frialdad. Agregó que muchos de ellos son devotos de La Santa Muerte, a quien llaman "La Niña", y que le ofrecen velas, dinero y oraciones para protección.

Uno de los momentos más impactantes de la charla fue cuando Carlos Scavone le preguntó: ¿cuánto cuesta la cabeza de un famoso?. El entrevistado aseguró que "una orden es una orden" y que los valores varían según el perfil del objetivo. 

Carlos concluyó reflexionando sobre la urgencia de cambiar las condiciones que generan este tipo de historias: "Tenemos que cambiar muchas cosas desde la infancia. Necesitamos una mano urgente en las nuevas generaciones".

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