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Farándula

Carolina Romo: “No todo en redes es actuado”

La creadora de contenido reveló que desde los 18 años sufre de depresión. Dice que parte de su público se sintió identificado...

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Es graduada de comunicación social. Al principio hizo varias castings para ingresar a realities, pero no tuvo la oportunidad.Amelia Andrade

Tiene 6,9 millones de seguidores en Facebook, sin embargo, sufre de depresión. La creadora de contenido quiteña Carolina Romo cuenta cómo fue el duro proceso de asimilar las críticas desde hace tres años, cuando ingresó al mundo de las redes sociales.

Carolina fue diagnosticada con dicha enfermedad a los 18 años, cuando intentó quitarse la vida y producto de eso permaneció en una clínica de rehabilitación por dos meses. Desde entonces el proceso fue duro y más aún cuando lloraba leyendo cada vez que se fijaban en su cuerpo, su rostro o buscaban la mínima excusa para ‘rayarla’; sin embargo, decidió ‘sacudirse’ y no dejar que le afecte.

“Entendí que era una joven con esa tendencia a la depresión y lo comprendí de la mano de los terapeutas. En ese momento me medicaron, ahora solo continúo con terapias. Me hago responsable por lo que pasó y trato de mejorar”, dice.

Su secreto es no tomarse nada a personal. Piensa que todos tiene derecho a una libertad de expresión, por eso tampoco le afecta que digan que se inventó que tiene depresión.

“Sé que mi contenido es de bromas y entretenimiento, pero no todo en redes es actuado. Utilizo mis cuentas para acercarme al público y especialmente Instagram. Cuando hablé de ese tema mucha gente se identificó y me contó que sufría en silencio. También hay quienes no les pareció”, añade.

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En sus actuaciones simula a una mujer tóxica que tiene a un novio (Blad Rhoy) que le hace dar celos por situaciones cotidianas, pero en la vida real dice ser distinta. Es verdad que tiene una relación con él e incluso tienen un bebé.

“Publico un 80 por ciento de mi vida. Me abrí mucho con mis seguidores. No soy solo un personaje de tóxica. Conté de mi enfermedad para que entendieran que el influencer es un ser humano, que su vida no es perfecta como se pinta. Atrás hay un ser humano, que se pelea, con deudas, que se enferma, que trata de ser buena madre”, agrega.

Actualmente tiene planes de mudarse a México, ya que el trabajo en plataformas digital es mejor remunerado allá.

“Ecuador no ha estudiado el mercado y no entiende que hacer publicidad en nuestros perfiles es un trabajo. Hay personas que te hacen canje por un pollo y por eso se daña el negocio”, finaliza.