La actriz ecuatoriana Cinthya Coppiano mostró por primera vez la cicatriz que le dejó el retiro de los biopolímeros que llevaba en los glúteos por más de 20 años, un procedimiento del que desconocía, ya que nunca le informaron sobre la sustancia que le habían inyectado, pues la engañaron.

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“¡La amo, me gusta! Mi doctor dice que es una incisión llamada ‘alas de gaviota’, pero para mí tiene forma de corazón”, compartió la artista, revelando el resultado de una cirugía que marcó un antes y un después en su vida.

Coppiano explicó que la cirugía se realizó en Colombia y que todo el proceso fue emocional y físicamente complejo. “Hoy llevo puestos unos lentes diferentes, porque entendí que cada proceso es único. Lo que no me mató, literalmente me hizo más fuerte”, dijo la actriz, reflejando la resiliencia que la experiencia le dejó.

Cinthya Coppiano estuvo 20 años con biopolímeros

La artista recordó que hace dos décadas fue víctima de un engaño médico: en ese entonces le aseguraron que la sustancia aplicada en sus glúteos era segura y se trataba de un producto estético común. Sin embargo, una revisión médica reciente reveló que se trataba de biopolímeros, una sustancia que puede generar graves complicaciones en el cuerpo.

Conmovida, Cinthya Coppiano narró: “El mundo para mí se me vino encima, porque a mí nadie me explicó que yo tenía biopolímeros. Se me vendió como un ácido hialurónico, me sentí súper mal, lloré, no sabía qué hacer, me tocó tomar una decisión muy difícil”, confesó entre lágrimas, recordando el impacto que tuvo la noticia en su vida.

Hasta ahora, la actriz había preferido no hablar públicamente del tema, por temor y vulnerabilidad. “No había querido hablar por temor, inseguridad, sentirme vulnerable, y no tener a quien recurrir, no encontrar los brazos que me sostengan para darme la respuesta que necesitaba”, añadió.

El testimonio de Cinthya Coppiano no solo revela el lado doloroso de una decisión estética equivocada, sino también la fuerza y la determinación de una mujer que enfrentó un proceso difícil y hoy lo comparte como una lección de vida y resiliencia.

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