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Farándula

Las ecuatorianas quedaron ‘flechadas’ por los hinchas del Flamengo

Los ven con 'ojitos' de encanto a los brasileños. Lo que más les gusta es su energía, que parece nunca agotarse para alentar al Mengao.

Flamengo
Los chicos les regalaron besos y saludos a la cámara de EXTRA.milka Franco

Para las mujeres, pasar por Puerto Santa y no deleitarse viendo a los “guapos” hinchas del Flamengo es imperdonable. La mayoría de ellos posee cuerpos bien definidos, sonrisas coquetas, ojos claros y barbas que enamoran.

Sus cualidades han ‘flechado’ a más de una ecuatoriana, que en estos días han buscado captar la atención de estos fanáticos del fútbol, que llegaron desde Brasil para apoyar a su equipo en la final de la Copa Libertadores, que se jugará contra Atlético Paranaense, hoy, 29 de octubre, a las 15:00, en el estadio Monumental.

Aunque no es tan difícil, los auriverdes disfrutan de la belleza criolla. Les agarran las mejillas, les invitan a tomar cervezas, buscan conquistarlas tirándose unos pasos de samba y hasta les piden un “besiño”. Esta situación no es desaprovechada por las chicas, especialmente las ‘guayacas’, que hasta se escapan de sus trabajos para ir a ver qué ‘pescan’.

“Me gusta la energía de ellos, todo es una fiesta. Son apasionados y bien guapos. Me enamoré”, dijo Rachel, una de las ‘paracaídas’ que llegaron a este sitio turístico por la algarabía de los cariocas.

Ella y su acompañante, Diana, estaban encantadas viendo a los brasileños bailando y gozando del ‘zapateo’ que armaron al pie de los restaurantes del lugar que eligió la hinchada para celebrar con ‘bielitas’ y algarabía. Ambas se sentían ‘benditas’ entre tanta belleza masculina. “Está muy bonita la vista”, bromeó Rachel.

Otras hasta se ‘bautizaron’ para no ser reconocidas por esos ‘lares’. Nicole y Guadalupe, como se apodaron ellas, superaron la ‘barrera’ del idioma y “poco a poco” se entendían con los brasileños, que un par de horas después las tenían rodeadas.

“Yo sí me voy a Brasil”, dijo Elaine Jácome, otra visitante local, imitando el portugués que las tenía babeando a algunas.