Meses antes de su muerte, Marcela Aguiñaga abrió, sin saberlo, una ventana íntima hacia la figura que más había marcado su vida: su padre, Roosevelt Xavier Aguiñaga Villafuerte. En una entrevista concedida a EXPRESIONES, revista de la casa editorial de EXTRA, la prefecta del Guayas habló de él con una honestidad que hoy adquiere un peso distinto, casi premonitorio.

(Lea también: Marcela Aguiñaga tras muerte de su papá: "Me quedo con su abrazo, con su voz...")

El padre que sostuvo su vida tras la pérdida más temprana

En la entrevista mencionada, la prefecta del Guayas recordó que creció bajo la exigencia de un padre que no le pedía excelencia, pero sí responsabilidad. “No te pido que seas la mejor alumna, pero tienes que pasar de año, es tu única obligación en esta casa”, repetía él, una frase que —según contó— marcó su disciplina desde la adolescencia.

Aguiñaga explicó que ser la única mujer entre cuatro hermanos también la obligó a moldear un carácter duro, pero fue su padre quien fijó los límites. Dijo que de joven no salía tanto como hubiera querido porque “mi papá era muy exigente y no me dejaba salir”, recordándolo con una mezcla de humor y nostalgia.

La prefecta también reconoció que, tras la muerte temprana de su madre, la figura paterna se convirtió en su punto de equilibrio. “Por ello mi papá es mi eje, me parezco a él en el carácter y en los gestos”, afirmó. Ese vínculo, dijo, sigue definiendo la forma en que enfrenta los desafíos, desde la vida familiar hasta los de la política.

El fallecimiento de Roosevelt Xavier Aguiñaga

Este 7 de diciembre se conoció el fallecimiento de Roosevelt Aguiñaga. La Prefectura del Guayas confirmó el deceso en sus cuentas oficiales, extendiendo un mensaje de solidaridad a la familia y describiendo la pérdida como “irreparable”.

La Muy Ilustre Municipalidad de Guayaquil también expresó sus condolencias: “Nos unimos al profundo dolor de su familia y seres queridos, y les expresamos nuestra solidaridad en estos momentos difíciles.”

La Presidencia de la República sumó su mensaje, dirigido especialmente a Marcela Aguiñaga, a su madre, hermanos y demás familiares.

Aguiñaga compartió la noticia con tres fotografías de su reciente boda, donde su padre aparece sonriente, presente, acompañándola en uno de los momentos más importantes de su vida. Junto a esas imágenes escribió un texto breve, íntimo y devastador: “Han sido días muy duros, de lucha silenciosa y de pedirle a la vida un poco más de tiempo. Nadie está preparado para perder a quien ama".

Varias autoridades expresaron su solidaridad. Las concejalas Blanca López y July Álvarez hicieron llegar sus condolencias. El alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, escribió:

“Que Dios lo tenga en su gloria. Fuerzas a Marcela. Un abrazo fuerte a ella y a toda su familia.”

A ellos se sumaron legisladores, exautoridades, periodistas y ciudadanos que destacaron la fortaleza que históricamente ha mostrado la prefecta, ahora puesta a prueba en el plano más íntimo.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!