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Buena vida
Hugo Lombardi: “La fealdad es peor que el COVID”
El ícono de la alta costura en Betty La Fea, estuvo en Guayaquil para dar una noticia “bombi”.
Aquí llegué yo. Llegó la luz, llegó el color, llegó la vida”. Y con un elegante saco negro cubierto de plumas, Hugo Lombardi, hizo su entrada triunfal.
Pero no sin antes, hacer sus advertencias. “¡Mucho cuidadito! Donde yo llegue a ver un feo por ahí… ¡Flu, flu, voló! Y donde yo llegue a ver algo aburrido y pasado de moda… ¡Flu, flu, voló!
Él nació para esto. Es la impresión que uno tiene al ver en vivo a este personaje de Betty La Fea, interpretado por el actor colombiano, Julián Arango.
Había llegado a un restobar de Samborondón para desterrar la fealdad. ¡No, no… corrección! (A veces, su sarcasmo es contagioso y se apodera de quien les escribe esta nota ). Llegó a ser parte de un divertidísimo conversatorio con periodistas, donde no le faltó criticar a uno que otro. SEMANA, por supuesto, impecable.
¿Pero, qué hacía en Ecuador este diseñador líder del imperio textil ? Tras la huelga que lideró en Ecomoda, en donde se convirtió en Cindy Calixta, y no hubo una Inesita que le preparara su valeriana; las cosas para este personaje se han puesto mejor.
La telefónica Movistar lo ha contratado como su nuevo Gerente de Marketing . Aquello fue parte de la campaña para anunciar nuevos planes . Sin embargo, no se desaprovechó la oportunidad para hablar de todo lo que a él le apasiona.
Nuevo capítulo en la historia de Betty, la fea: ¿Cuándo y dónde ver la nueva temporada?
De diseñador a gerente
“Yo estaba en plena creación de mi nueva colección para salvar a Ecomoda del fracaso total y entonces llegó uno de mis asistentes… ¡Don Hugo, una llamada importante! Yo le digo, ¿qué puede ser más importante que Hugo Lombardi creando un diseño? ¡Es de Movistar Ecuador!… ¿Y por qué no me dijo? ¡Queda despedido!”, narraba.
Tras esa llamada, en donde le propusieron un alto cargo, él dijo “Of course”. Y aquí estaba. “Para mí eso era una noticia bombi, de ututuy”, expresaba con las famosas palabras que lo hicieron querido y odiado desde los inicios de Betty La Fea en el año 1999 (Los que no sean millenials, a googlear).
Sobre sus primeras horas en la ciudad, decía que lo tenían emocionado. “Ya entendí por qué le pusieron Guayaquil... (y vuelve a hacer énfasis en quil) Porque me mata… ¡Me encanta todo! Me encantan los hombres, el atardecer... Y la comida. ¡A mí con lo que me gusta cangrejear! Es que provoca morder esa carne ecuatoriana”, expresaba eufórico.
Su outfit no pasaba desapercibido mientras respondía todo lo que le apasionaba. Vestía una creación del guayaquileño Roberto Rivadeneira de la marca Sarture. “Esto es de mi gran amigo Rori. Es un honor de verdad. Quiero que vean cómo me queda; me veo como un príncipe”.
Pero mientras avanzaba el conversatorio, él no podía esconder su ajuar de flechas y aguijones, y las indirectas caían por doquier. “Para mí el peor error en la moda son esas chaquetas cortitas que parece que no les hubiese alcanzado el presupuesto para terminarlas. No, eso es lo peor que hay. Son de quinta categoría… ¡Muy bonita su chaqueta”, decía como quien no hubiera dicho nada, a una chica que vestía una similar.
El reto ahora es vestir al país de tendencias. “Yo dejé atrás Ecomoda, estuve 20 años allí, y no sé cómo no me volví feo. ¡Ninguno de esos vendrá a trabajar conmigo!… Aunque Fredy sí, él podría ser un buen mensajero”.
Combinando su humor y estilo, este ícono de la alta costura, logró una conexión con los espectadores que ansían el estreno de la segunda temporada de Betty La Fea: La historia continúa, que se corona en Prime video como la producción número 1 en 17 países.
Y por supuesto, en Ecuador se la puede ver también desde el celular, gracias a los nuevos planes de Movistar.. Porque como dice Hugo, “la vida sin entretenimiento es como Bertha sin una empanada, Fredy sin Aura María, Betty… sin... sin... ¡Bueh! Sin entretenimiento es como una pasarela sin modelos ¡aburrida!”, concluyó.
Cara a cara
- Huguito… Veinte años después y ha vuelto con el color, la luz... ¿Cambió su concepto de la fealdad o sigue igual de insoportable?
No. La que es fea es fea, y fea será.
- ¿Más fea que el COVID?
Más todavía. Porque además son chupasangres. Así que cuidado. La fealdad es peor que el COVID porque puede ser contagiosa. Al convivir con la fealdad, uno se va acostumbrando y ya no las ve feas. No hagan eso. A las feas se les corta de raíz. -
Ahora que está de gerente en una telefónica, ¿tiene en su celular alguna aplicación para citas?
¿Por qué? ¿A quién me va a presentar? (Dice con voz pícara) -
Hay muchos que lo quieren conocer en Ecuador…
¿Qué es mejor, un guayaquileño o un quiteño?
- Un guayaco…
¡Quiteño! ¡Guayaco!… ¡Que sea ecuatoriano!
- ¿Qué consejo de moda le daría a Julián?
¡No! (risas) El pobre Julián no sale de un jean y una camiseta. Por ahí no es. La moda con él no va. ¡Yo soy la moda!
- ¿Y qué les diría a los que no tienen estilo y se están leyendo ahora?
A todos esos moscorrofios (feos) que son una cantidad de gente. Ya vi que aquí en Ecuador me voy a divertir mochando cabezas y fealdad. Porque está tuquio (lleno). ¡Cuidado! Que se preparen, porque ya llegué yo, a volverlo todo hermoso. ¡Tsssssss!
- Un ratito con Julián… Después de Betty La Fea, ¿se esperaba toda esta acogida? ¿Cuándo se sintió más conectado con los fans?
Uff... En pandemia. Me escribían a decirme que en la cuarentena dejaban la tele prendida con la novela, y nos volvimos un miembro más de sus familias, ya no estaban solos.
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