El salsero puertorriqueño Ismael Miranda, reconocido como El Niño Bonito de la Salsa, presentó a sus 75 años su nuevo sencillo Siempre cantaré, el primero desde 2021, año en que sufrió un derrame cerebral. El lanzamiento es interpretado por muchos como el cierre de una carrera musical que supera las seis décadas.

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Según informó el artista en un comunicado de prensa, esta producción es “una obra que representa mucho más que una canción: es un acto de amor” hacia su público, “un testamento de gratitud y un tributo final a su legado artístico”.

De nuevo junto a Víctor Manuelle

“Siempre cantaré marca el cierre de un ciclo, pero también celebra una vida entregada al arte. Es un regalo para el alma de su público y una forma de decir adiós sin dejar de cantar”, añade la misiva.

Pese a las secuelas físicas que arrastra tras el derrame cerebral, el intérprete de éxitos como Así se compone un son, Abran paso, Borinquen tiene montuno, Señor sereno y No me digas que es muy tarde ya, logró concretar este lanzamiento gracias a su determinación y disciplina.

La canción fue escrita por el cantautor cubano radicado en Puerto Rico Juan José Hernández y producida por el también salsero puertorriqueño Víctor Manuelle, quien ya había trabajado con Miranda en el álbum Son 45 (2014), nominado al Latin Grammy.

Un talento formado en las calles de Nueva York

Ismael Miranda nació el 20 de febrero de 1950 en el barrio Morocó de Aguada (Puerto Rico), pero se crió en Nueva York, donde desde muy joven comenzó a tocar las congas con el grupo Pipo y su Conjunto. En las calles de la Gran Manzana y entre la comunidad latina migrante absorbió las influencias que definirían su estilo.

Su carrera tomó un giro decisivo cuando el músico Andy Harlow —hermano de Larry Harlow— lo descubrió y lo integró a su agrupación cuando apenas tenía 15 años. Más tarde pasó a la orquesta de Larry Harlow, donde se consolidó como una de las voces más populares de la época.

Cuatro años después formó su propio grupo, La Revelación, y posteriormente se lanzó como solista, construyendo una trayectoria que hoy lo mantiene como uno de los artistas más influyentes en la historia de la salsa.

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