La mañana del 1 de noviembre, el programa D Corazón de RTVE fue testigo de una revelación que mantuvo en vilo a seguidores, fanáticos del fútbol y medios de farándula: Lamine Yamal, joven futbolista del Barcelona, confirmó públicamente que su relación con la cantante Nicki Nicole había llegado a su fin. Con palabras directas y sin rodeos, el deportista aclaró los rumores que habían circulado durante semanas: “No ha sido por ninguna infidelidad. Simplemente, nos hemos separado y ya”, señaló ante la atenta mirada del periodista Javier de Hoyos, quien cubría la noticia.

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La declaración cayó como un rayo en redes sociales, donde seguidores y curiosos habían especulado con intensidad sobre el futuro de la pareja. Durante días, los medios de comunicación deportivos y de espectáculos habían especulado sobre un posible distanciamiento, alimentados por gestos, viajes y publicaciones que parecían indicar tensiones. Algunos usuarios apuntaron al reciente viaje de Yamal a Milán, donde celebró una fiesta con amigos, como el posible detonante de la ruptura. Sin embargo, el jugador fue enfático: “No le he sido infiel ni he estado con otra persona”, dejando claro que no hubo traición de por medio.

La historia entre Lamine y Nicki comenzó a cobrar visibilidad a finales de agosto, cuando la cantante argentina hizo pública su relación a través de Instagram. Una foto juntos, celebrando el cumpleaños del futbolista, bastó para confirmar lo que ya era un secreto a voces: estaban juntos. Desde entonces, los ojos del público se posaron sobre Barcelona, atentos a cada aparición, gesto y publicación de la pareja.

La relación entre Lamine Yamal y Nicki Nicole

Aunque la relación se hizo pública hace apenas unos meses, fuentes cercanas revelan que su primer encuentro se dio mucho antes, durante la fiesta de mayoría de edad de Yamal, rodeado de compañeros del Barcelona y figuras del mundo mediático. Ese evento, cubierto por la prensa y ampliamente comentado en redes sociales, podría haber sido el momento en que comenzó a gestarse una relación que, aunque privada al inicio, se consolidó rápidamente bajo los reflectores.

Durante su breve pero intensa relación, la pareja acumuló titulares, menciones y muestras de apoyo. Hoy, semanas después, Yamal pone fin a las especulaciones. En sus propias palabras, la separación fue pactada y respetuosa, sin terceras personas involucradas. “Todo lo que está saliendo no tiene nada que ver con nuestra relación”, enfatizó, dejando claro que la decisión fue tomada de manera consciente y madura por ambos.

El final de este romance coincide con un cambio importante en la vida personal de Yamal: la reciente compra de una mansion histórica en Esplugues de Llobregat, cerca del centro de Barcelona. La propiedad, que perteneció a Shakira y Gerard Piqué, vuelve a estar en el foco mediático por su valor y su historia. Según fuentes cercanas al jugador, la transacción se cerró por aproximadamente 11 millones de euros, y se espera que este nuevo hogar marque el inicio de una nueva etapa en la vida privada del joven futbolista.

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