Este 1 de mayo se cumplen 27 años de un crimen que sigue sin respuesta en la memoria colectiva del país: el asesinato del carismático animador ecuatoriano Marco Vinicio Bedoya. Reconocido por su trabajo al frente de programas populares como 'La Feria de la Alegría' y 'A Todo Dar', Bedoya fue víctima de un ataque que estremeció a la opinión pública y que, hasta hoy, permanece sin esclarecer.

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El hecho ocurrió en la madrugada del sábado 1 de mayo de 1998. Luego de asistir a una fiesta en una discoteca, Bedoya se movilizaba en su vehículo acompañado de su hijo, Marcos Jr., la modelo Carolina Ramos, y el sonidista Juan Mazón. Aproximadamente a las 04:00, se detuvieron en la intersección de las calles Los Ríos y San Martín para dejar a Ramos en su domicilio. Fue entonces cuando un desconocido, oculto en la penumbra, se acercó y disparó contra el animador mientras permanecía dentro del auto.

Así ocurrió el crimen de Marcos Vinicio Bedoya

Gravemente herido, Marco Vinicio intentó conducir en busca de ayuda, pero su vehículo se estrelló una cuadra más adelante contra uno de los pilares de una vivienda de dos plantas en la calle Portete, entre Carchi y Tulcán. Allí se dieron cuenta que una bala lo hirió en el estómago. 

Desde aquel día, el caso ha permanecido envuelto en incertidumbre. Las autoridades nunca lograron capturar a los responsables ni esclarecer los motivos detrás del ataque. A lo largo de los años, circularon varias teorías: desde un intento fallido de robo hasta un crimen premeditado. Algunos testigos afirmaron que el agresor parecía estar esperando al conductor, mientras que otras versiones sugieren un posible conflicto relacionado con la vida personal del animador.

Pese a la cobertura mediática que recibió el caso y al impacto que causó entre los seguidores del presentador, los años han pasado sin avances significativos. Todo esto, ha alimentado el misterio en torno a su asesinato y ha dejado un vacío en el corazón de quienes lo admiraban. Incluso en 2022, uno de sus hijos, Marco Vinicio Bedoya Jr, se refirió a este tema en una entrevista con EXTRA y sobre el crimen sin resolver dijo: "“Es indignante, pero está la justicia de Dios que es perfecta”. 

Por otra parte, reveló que, atesora en su hogar ternos y un buzo del popular animador. Y aunque al principio le huía a las cámaras, se dio cuenta que había heredado la pasión por la comunicación de su padre. Él estaba por cumplir 3 años cuando asesinaron a su papá. “Cuando falleció mi padre perdí la memoria. Solo tengo un vago recuerdo de él cargándome en sus brazos, creo que fue en mi último cumpleaños”. 

Marco Vinicio Bedoya no solo era un rostro conocido de la televisión; también representaba una época dorada del entretenimiento ecuatoriano. Hoy, a casi tres décadas de su muerte, su crimen sigue siendo uno de los más emblemáticos casos sin resolver del país. ¿Algún día se sabrá la verdad? La pregunta, como su recuerdo, permanece viva.

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