La expresentadora y deportista ecuatoriana María Teresa Guerrero, conocida en el medio como La Flaca, continúa compartiendo de forma abierta y valiente los avances de su batalla contra el cáncer de ovario bilateral, una enfermedad que le fue diagnosticada meses atrás y que marcó un antes y un después en su vida.

Con una actitud resiliente y transparente, Guerrero ha documentado en redes sociales gran parte de este proceso, desde el momento en que recibió la noticia hasta los ciclos de tratamiento que ha enfrentado con firmeza. Recientemente, la también atleta anunció el inicio de su cuarto ciclo de quimioterapia, una etapa que, según confesó, ha traído consigo tanto desafíos físicos como sorpresas positivas.

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“Mis niveles tumorales están bajando muchísimo, y aunque esta semana la quimio pega fuerte, mi cuerpo está respondiendo con valentía”, escribió emocionada en una de sus últimas publicaciones, evidenciando que, pese a las dificultades, su organismo está mostrando signos de mejora.

María Teresa Guerrero no cambiaría su diagnóstico

María Teresa, quien reside actualmente en Estados Unidos, también compartió que durante esta fase recibió la visita de varias amigas cercanas, a quienes describió como un “regalo al corazón”. Esta visita, más allá de lo emocional, reafirma el valor del acompañamiento en momentos complicados. Sin embargo, la nostalgia no es ajena a su proceso. “Claro que me encantaría estar en Ecuador con mi mamá, que también está delicada, pero ella ahora entiende que mi sanación está aquí. Gracias a mis hermanos que la acompañan”, expresó con gratitud.

Más allá del diagnóstico, Guerrero ha encontrado en esta experiencia una nueva perspectiva de vida. Con sinceridad, manifestó: “No cambiaría este diagnóstico. Me ha hecho más fuerte, más valiente, más humana. Me ha dado un propósito más claro: influir para bien. Porque más allá de los seguidores, todos deberíamos ser influyentes… hacer algo bueno por alguien. Eso también sana”.

Inspirada por su propia vivencia, la exconductora de televisión ha decidido visibilizar su caso no solo como testimonio personal, sino como un llamado a la conciencia sobre la salud femenina. Desde que supo que padecía la enfermedad, ha insistido en la importancia de realizar chequeos ginecológicos periódicos, así como en prestar atención a cualquier síntoma inusual. A través de sus redes, ha buscado alentar a otras mujeres a no postergar sus exámenes médicos y a priorizar el autocuidado.

Con cada actualización, María Teresa Guerrero no solo informa sobre su estado de salud, sino que también inspira a miles de seguidores que ven en ella un símbolo de coraje, fe y transformación. 

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