Quito ya cuenta los días para recibir a Shakira, una de las artistas más esperadas del año. Los conciertos, programados para el 8, 9 y 11 de noviembre en el Estadio Olímpico Atahualpa, prometen llenar de música y movimiento la capital ecuatoriana.

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Pero el fenómeno va más allá del escenario: la llegada de la colombiana representa también una inyección de vitalidad económica y turística que, según el Municipio, beneficiará a miles de quiteños.

Impacto económico y turístico

La vicealcaldesa Fernanda Racines explicó que el evento dejará una activación económica de entre 40 y 50 millones de dólares, impulsada por el turismo, la hotelería, el transporte y el comercio.

Solo en Quito se prevé la asistencia de más de 100.000 personas, entre habitantes locales, visitantes de otras provincias y turistas extranjeros.

Desde que se anunció la llegada de la artista, las reservas hoteleras aumentaron un 37 %, y el promedio de estadía de los visitantes será de tres a siete noches, lo que refuerza la magnitud del impacto.

El Municipio calcula, además, un incremento del 5 % en la población flotante durante los días de concierto, con miles de turistas nacionales y extranjeros circulando por la ciudad.

Turismo internacional en alza

Según datos de Quito Turismo, la demanda de visitantes desde Perú y Brasil aumentó en un 88 % tras el anuncio de los conciertos.

Ambos países se ubican entre los principales mercados interesados en viajar a Quito durante los días de los conciertos.

La entidad también reporta que la visibilidad mediática de la capital aumentará en 1,8 millones de dólares, así como búsquedas e impactos digitales, posicionando a Quito como un destino cultural y de espectáculos de primer nivel.

Una ciudad lista para brillar

“Queremos brindar a la ciudadanía y a los visitantes una gran experiencia. Nuestra ciudad es hermosa, y lo mejor que tiene son sus habitantes”, expresó Racines al presentar el plan de coordinación interinstitucional del Municipio, que incluye movilidad, seguridad y control urbano durante los tres shows.

Para Quito, la visita de Shakira no solo será una fiesta musical: también es una oportunidad de proyección internacional y de reactivación económica en uno de los feriados más esperados del año.

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