Héctor Chonillo, hombre de 42 años a quien conocen con el alias de ‘Piojo’, cayó por estar supuestamente implicado en el crimen de Franklin Velásquez Lozano, exfuncionario de la Contraloría General del Estado, sucedido el pasado viernes en el sector de Bellavista, en Guayaquil.

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Según el mayor Danilo Armas, jefe subrogante de la Dirección Nacional de Investigación de Muertes Violentas (Dinased) de la zona 8, Piojo fue detenido poco después del asesinato en una vivienda de la cooperativa Coordillera del Cóndor, en el noroeste de la ciudad, donde encontraron un auto que habría participado en el ataque.

“El sospechoso (de la muerte violenta) procede a darse a la fuga en una motocicleta y los equipos proceden a realizar labores de campo (...) participa un taxi y una moto con tres sujetos. Por esto, se procedió a hacer el allanamiento y la aprehensión de un ciudadano que se encontraba en el lugar que funcionaba como garaje”, indicó.

De acuerdo con el expediente judicial en el que está involucrado Chonillo -que no registra antecedentes penales-, él sería la persona que abrió la puerta del estacionamiento en el que estaba el vehículo amarillo. Sin embargo, el mayor Armas aseguró que aún estaría por determinarse el grado de participación de Piojo. Por el momento, él recibió prisión preventiva.

Así fue el asesinato del exfuncionario de la Contraloría General

El crimen de Franklin Velasquez ocurrió alrededor de las 12:30. El fallecido se movilizaba en una camioneta doble cabina de marca Ford cuando sujetos a bordo de una motocicleta lo interceptaron y abrieron fuego contra su humanidad. "El señor estaba en el semáforo cuando llegaron y le dispararon una ráfaga de disparos, ahí es que el carro se rodó y se chocó", contó uno de los comerciantes ambulantes que presenció el ataque.

¿Cómo fueron los minutos previos al ataque?

Pero, acorde con el relato de otros testigos, el taxi que fue hallado en la vivienda en la que detuvieron a alias Piojo se estacionó en la esquina cercana a donde ocurrió la balacera y de este descendió uno de los atacantes, luego esperó de pie junto a un puesto ambulante de alimentos. 

El mayor Armas, finalmente, mencionó que la familia de la víctima no aportó más datos a la investigación, sino que había recibido amenazas anteriormente. Él aseguró que aún no determinaban si Hector Chonillo, el aprehendido, estaba detrás de los amedrentamientos. 

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