El perro negro fue el primero en desafiar el silencio. Se planta en medio de un tramo de la avenida 9 de Octubre, baja la cabeza, 'afila' la mirada y lanza un ladrido ronco, de esos que pretenden intimidar. Frente a él, un perro gris metálico lo analiza, con quietud. De pronto, el artefacto flexionó sus patas mecánicas y dio un salto hacia adelante, abriendo así un duelo inesperado que, en apenas 21 segundos, alteró la rutina del centro de Guayaquil.

(Lea también: Despelote, el proyecto ecuatoriano que podría ganar el 'Oscar de los videojuegos')

El video fue publicado a finales de noviembre de 2025 en TikTok por @Georgelopez07. La secuencia parece coreografiada, pero no lo es. El perro real retrocede apenas unos pasos —los justos para no admitir la retirada— y responde con nuevos ladridos, más tensos, más agudos.

El robot artificialmente inteligente avanza sin violencia, midiendo distancias, inclinando el cuerpo como si intentara replicar el instinto de un animal que nunca tuvo. Las personas que pasan por el lugar no despegan la mirada de aquella escena. Unos lo 'gozan', otros levantan el celular, otros simplemente abren bien los ojos ante lo que ven.

En unas bancas metálicas, tres adultos disfrutan la escena. Uno sostiene un teléfono, aunque no queda claro si está grabando o manipulando al perro robot. Lo que sí se distingue es la sonrisa que lleva mientras aquel improvisado show se da bajo un gran resplandor.

El perro real, desconcertado, oscila entre la valentía territorial y la necesidad de guardar distancia. Avanza, ladra, se retira, vuelve a ladear el cuerpo. El robot, en cambio, se comporta como un niño que insiste en jugar: lo sigue, lo rodea, lo imita. 

"Firulais vs. FirulAIs": El impacto en redes de aquel encuentro canino

En TikTok, la escena no tardó en explotar. “¿Este encuentro es real o es IA?”, comentó @ggessences, poniendo en palabras la confusión inmediata. “Firulais vs. FirulAIs”, escribió @jeremyromero, bautizando el episodio con un ingenio que se viralizó. 

Otros juraron haber visto al perro metálico rondando por la zona días antes. “Esa vaina me siguió media calle solo porque lo quedé viendo”, aseguró @jnx._27, recordando la sensación de ser observado por algo que no respira. Hubo también quien se permitió una reflexión inquietante: “Y pensar que posiblemente en un futuro sí existan robots caninos callejeros”, dijo @asphalt_cut, como si el video anunciara un porvenir insólito.

Teggie, el robot viral e inteligente

No hizo falta una presentación formal. Quienes revisaron el clip notaron que llevaba inscrito en el lomo la palabra 'Tecno', una conocida marca tecnológica. Según explicó una colaboradora en redes sociales, la máquina se llama Teggie, y puede saltar, correr, detectar obstáculos y grabar videos con una cámara frontal. 

Es un dispositivo pensado para exhibiciones tecnológicas, pero terminó viviendo su momento más memorable en medio del caos habitual del centro guayaquileño.

Lo que ocurrió no fue un choque entre especies; fue un choque entre tiempos. Un perro callejero defendiendo el territorio que conoce desde siempre, y un perro robot explorando un mundo que apenas comienza a entender. Ambos se estudiaron, se midieron y se desafiaron sin comprender del todo lo que tenían enfrente.

 Y la ciudad, testigo involuntaria, reaccionó como suele hacerlo ante lo extraordinario: deteniéndose, grabando, riendo, comentando… intentando darle sentido a algo que parecía una escena del futuro filtrándose en la vida diaria.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!