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Crónica roja

Esmeraldas: Antisociales querían robar auto a taxista, él no se dejó y lo asesinaron

Extendió su horario de 'camello' para llevar más dólares a casa, pero ‘choros’ quisieron quitarle su carro, él no lo permitió y le dieron un tiro que lo hizo estrellarse.

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Miembros de la Policía Nacional acudieron hasta el lugar de los hechos.Luis Cheme / EXTRA

El pasado viernes 14 de octubre, el taxista informal Edwin Benavides Moreno, de 60 años, se quedó un tiempito más de su horario habitual para hacer unas carreras y ganarse unos dolaritos extra, pues ese día había full movimiento en la ciudad de Esmeraldas.

El esmeraldeño circulaba a las 19:30 en su vehículo por la intersección de las calles Sucre y Muriel, en el centro de la capital de la Provincia Verde, cuando dos sujetos armados se le pararon al frente y lo apuntaron, cada uno con un arma de fuego. Querían obligarlo a detenerse y robarle.

El conductor reaccionó y esquivó a los asaltantes, pero uno de ellos disparó un proyectil, el cual se alojó en la cabeza.

Herido, Benavides estrelló su automóvil gris, su herramienta de trabajo, contra el cerramiento de la Unidad Educativa Fiscal Eloy Alfaro.

“Se escuchó un tiro y luego el auto chocó”, confirmó una moradora de este sector.

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Un colega taxista que pasaba por el sitio auxilió a Benavides, lo subió en su vehículo y lo llevó hasta el centro de salud Las Palmas, donde lo transfirieron al hospital Delfina Torres de Concha y allí falleció por la gravedad de la herida de bala.

Una fuente policial contó que la intención de los malhechores era robarle el carro, pero como la víctima lo chocó, desistieron de llevárselo.

El proveedor de su familia

‘Camellador’ y buena gente, así lo describieron sus familiares y sus panas.

Él salía a trabajar todos los días a las 08:00 y evitaba laborar en las noches por la delincuencia, pero como era el proveedor de su hogar y ese día estaba bueno hizo una excepción que le costó la vida.

Regresaba a ‘caleta’...

Un familiar, quien pidió no ser identificado, comentó que cuando ocurrió el atentado, Benavides retornaba a su residencia.

“Era la última carrera que realizaba. Casi nunca se quedaba hasta tarde. No es justo que lo hayan asesinado sólo por robarle su carrito y su platita”, se lamentó un pariente de la víctima en los exteriores del hospital en el cual pereció.

Hasta la mañana de este sábado 15 de octubre, el cuerpo de Benavides continuaba en el Centro de Medicina Forense de Esmeraldas, donde sus familiares se encontraban realizando los trámites correspondientes para retirar los restos y darle cristiana sepultura.