Cuatro personas fueron atacadas a tiros al atardecer del lunes 23 de mayo en el bloque 7 de la cooperativa El Fortín, en el noroeste de Guayaquil. Tres de las víctimas fallecieron, según información oficial.

Uno de los occisos tenía 14 años, otro tenía 25 y la tercera, una mujer, tenía 51 años. El sobreviviente es un niño, de 11 años, y su estado de salud es mantenido bajo reserva, pues estaba en condiciones delicadas.

Según información recabada por la Policía, los criminales habían llegado en una tricimoto e ingresaron a la vivienda de las víctimas para dispararles. Los lugareños mencionaron que los afectados son miembros de una misma familia y precisaron que los menores de edad eran hermanos.

Agentes de la Policía Nacional buscaban cámaras de seguridad en el sector, para establecer si algún dispositivo captó la llegada o la huida de los asesinos.

Los investigadores no han detallado las posibles motivaciones del crimen, pero extraoficialmente se conoció que se quería descartar o confirmar si existió alguna relación con el tráfico de sustancias estupefacientes.

La mañana del martes 24 de mayo los cuerpos permanecían en el Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses.