“Pasé cuatro días sin poder dormir. Los calmantes me ayudaron a mantenerme un poco tranquila, pero el dolor y la desesperación que sentía no siempre podían ser contenidos por el medicamento... Quería de vuelta a mi hijo”, recuerda María (identidad protegida), la madre del bebé que, a sus 4 meses, fue secuestrado la mañana del domingo 28 de agosto de 2022, en el cantón Durán, en Guayas.

Ahora, la joven madre ya no se medica. Consume solo productos naturales, como agua con valeriana, y trata de disfrutar más de su retoño, porque ya está en sus brazos. La mujer que la habría engañado para quitárselo está tras las rejas, pues fue detenida junto a una hija al mediodía del jueves, en la cooperativa 12 de Agosto, ubicada en la parte posterior del sector El Recreo.

“Si algo le puedo decir a las personas, es que no confíen en nadie. No se puede confiar en personas que no conocemos, porque pueden fingir ser lo que no son”. Y lo dice porque ella, después de la insistencia, se dejó llevar por la apariencia de la mujer que plagió a su hijo: vestía falda larga, una blusa y no soltaba una biblia de sus manos.

En ese momento, la ‘buena samaritana’ que le había ofrecido llevarla a una campaña de ayuda para su bebé, no se había presentado como pastora, pero es como habría sido conocida en su entorno. Incluso, en los exteriores de su casa tenía un letrero que hacía alusión a un ministerio evangélico denominado Altar de Jehová.

Para María, la mujer podría haber planificado el secuestro con antelación, pese a que ella antes no la había visto o, por lo menos, no le habría prestado atención. Ella tiene estas sospechas porque durante el allanamiento para recuperar a su niño, los agentes habrían encontrado ropa para bebés en gran cantidad.

Riesgo

María lamenta que el día de la aprehensión de las mujeres que tenían a su hijo, los allegados de ellas trataron de agredirla. “Pero gracias a Dios estaban unos agentes cerca y me ayudaron. Si no hubieran estado, no sé qué me hubieran hecho”.

Por ese motivo, la joven mamá tramitaría una boleta de auxilio, porque sostiene que, además, fue amenazada.

María comentó que la Policía Nacional le brindaría protección durante un tiempo, aunque durante la visita de un equipo periodístico no contaba con custodia.

Sus deseos

“Tengo muchos deseos de estudiar y convertirme en una profesional. Tengo algunas cosas en mente, pero las estoy analizando, sobre todo porque debo estar pendiente de mi bebé y mis otros dos niños”, relata María.

Ella también anhela trabajar, pues por ahora solo logra solventar parte de los gastos de su hogar con la venta de hielo y la colocación de sueros e inyecciones. “La situación está muy difícil en el país y no es fácil conseguir un buen trabajo. Necesita ayuda”, agrega la mamá de María, quien habita junto a ella y le ayuda a cuidar a sus pequeños, en una pequeña casa del sector El Recreo.

“Es como si la hubieran calcado”

Dos días después del secuestro, un equipo periodístico de EXTRA acompañó a María durante un recorrido para buscar al bebé. Ella dio detalles de cómo era la mujer y con su descripción, al siguiente día, se publicó una ilustración de la posible plagiadora.

“Cuando la vi, se me pareció mucho a la mujer que se había llevado a mi hijo. Es como si la hubieran calcado. Lo único que le faltó fue la Biblia en la mano”, mencionó María.

Y luego de la detención de las dos sospechosas, identificadas como Maribel Bone, de 52 años, y su hija Carla Arroyo, de 19, también se pudo notar la similitud.

Por ese motivo, la mamá de María agradecía la publicación que hizo EXTRA, porque habría servido para que las personas tuvieran una idea del aspecto de la secuestradora. “Ahora que la vi, después de que la detuvieron, de verdad que era igualita”, recalca la señora.

María también estaba complacida con el apoyo de EXTRA y de la Policía, que se habría mantenido en contacto con ella de manera constante.

Incluso hicieron que participara en la operación de búsqueda y recuperación de su pequeño.