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Crónica roja
Portoviejo: Cuatro muertos en bar clandestino
Las muertes violentas se dieron en la parroquia Picoazá. Lugareños creen que cayeron ‘justos y pecadores’. Una mujer resultó herida y está intubada.
La muerte de Yimmy Marcelo García (38 años) aumentó a cuatro la cifra de fallecidos del ataque descrito como brutal y sin piedad, registrado en un bar clandestino de Picoazá, Portoviejo (Manabí), la tarde del 28 de agosto.
El hombre, según revelaron allegados, recibió un disparo en el rostro, a la altura del ojo derecho, que lo tuvo intubado y bajo pronóstico reservado. Murió la madrugada del 29 de agosto.
En Picoazá aún hay secuelas del domingo sangriento. Sus lugareños aseguran que nunca antes vivieron algo así. Hay miedo en los habitantes, creen que algunos ‘pagaron piso’ en ‘pito’ ajeno.
Los cadáveres fueron retirados uno a uno el 29 de agosto desde el Centro Forense de Manta, donde se les efectuó la necropsia de ley.
Edgar Vicente Laz Rivas (43) y Anthony Sneyder Laz Gutiérrez (18), padre e hijo, fueron víctimas del ataque. También se retiraron los cuerpos de Byron Antonio Palma Rivas y Yimmy Marcelo García Sánchez.
En corto
De acuerdo con Patricio Almendáriz, jefe policial de la Subzona Manabí, el hecho fue planificado y estudiado por parte de los pistoleros, pues dentro de su accionar entraron por una puerta alterna para no levantar sospechas y una vez que ingresaron repartieron plomo.
El oficial, tras las primeras pesquisas efectuadas, considera probable que el blanco selectivo iba a ser un ciudadano, sin embargo, al estar varias personas en la mesa los gatilleros descargaron la ráfaga para evitar reacciones.
De las víctimas mortales, solo uno de ellos reporta antecedentes penales. Byron Palma Rivas registra un proceso por el delito de asesinato, hecho suscitado el 14 de junio del 2022, donde murió un hombre en una gasolinera cuando estaba dentro de un auto. El occiso estaba bajo medidas sustitutivas en este proceso.
El jefe policial informó que han aprehendido a tres individuos, quienes habrían colaborado en la logística para que se ejecute el hecho violento. “Ciudadanos que entregaron la moto, luego ayudaron a esconderla facilitando la tarea del hecho ilícito. Estamos tras la pista de los autores materiales e intelectuales”, dijo.
