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Delegaciones abandonan Asamblea de la ONU durante discurso de Netanyahu
La salida de delegados en la ONU evidenció el rechazo internacional al premier israelí
La intervención del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, en la Asamblea General de la ONU estuvo precedida por un gesto que eclipsó sus primeras palabras. Apenas tomó la palabra, decenas de delegados de distintos países se levantaron y abandonaron el recinto como muestra de rechazo. El boicot diplomático dejó la sala con numerosos asientos vacíos, una imagen que se viralizó de inmediato.
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Se calcula que cerca de un centenar de representantes participaron en la retirada. Aunque no está claro si la acción fue previamente coordinada, el efecto fue contundente: el inicio de uno de los discursos más esperados de la jornada se desarrolló ante un auditorio prácticamente vacío, en un hecho que simbolizó el descontento de varios gobiernos frente al mandatario israelí.
Una protesta diplomática en pleno recinto
El abandono de los delegados no fue el único gesto político que marcó la sesión. Desde los balcones de la Asamblea General, un grupo de simpatizantes de Netanyahu, entre ellos ciudadanos israelíes y judíos que portaban kipas y lazos amarillos, intentó contrarrestar la protesta diplomática. Con aplausos y consignas en apoyo al primer ministro, interrumpieron en varias ocasiones su discurso.
Este contraste, entre los escaños vacíos de los representantes que se retiraron y los vítores de quienes respaldaban al premier israelí, evidenció la polarización que rodea la figura de Netanyahu en el escenario internacional. La tensión simbólica se convirtió en uno de los momentos más comentados de la cuarta jornada de la asamblea anual.
Rechazo también en las calles de Nueva York

Mientras tanto, fuera del recinto, la protesta se extendió a las calles. Cientos de manifestantes se reunieron en el centro de Nueva York para mostrar su rechazo a la presencia del primer ministro y a la ofensiva israelí en Gaza. Las pancartas y consignas reflejaron la indignación de quienes responsabilizan a Netanyahu por las consecuencias del conflicto.
La ciudad, que alberga a la mayor comunidad judía fuera de Israel, mostró así las fracturas internas que ha provocado la guerra. Mientras una parte de la diáspora respalda las decisiones del Gobierno israelí, otra se opone abiertamente a la estrategia militar en Gaza. La división, visible dentro y fuera de la ONU, dejó en evidencia la magnitud de la controversia en torno al líder israelí.
Una imagen de polarización internacional
El discurso de Netanyahu continuó pese a las protestas, pero las imágenes de la sala semivacía dominaron la cobertura mediática.
La salida de los delegados se convirtió en un símbolo del rechazo internacional hacia la gestión israelí en Medio Oriente, al tiempo que el apoyo de simpatizantes y los aplausos aislados mostraron que el premier aún mantiene respaldo en algunos sectores.
El episodio dejó clara la polarización global frente a Israel y a su primer ministro. Lo que comenzó como un discurso sobre la seguridad y la guerra en Gaza terminó reflejando, sobre todo, la división de la comunidad internacional frente a su figura y a las decisiones de su gobierno.
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