Editorial: ¡Agresión a los árbitros de fútbol!

El fútbol es el deporte más seguido en Ecuador. Lo practican niños, jóvenes y adultos; ahora gana terreno entre las mujeres; une familias y amigos en torneos barriales; forma parte de toda fiesta en cualquier feriado y, por supuesto, tiene millones de personas viéndolo día a día tras las pantallas. Es, sin duda, todo un fenómeno social que mueve masas.

Y es por este mismo sentido, el ser un deporte universal que influye mucho en el carácter de quienes lo practican, que de este deporte -y de cualquiera que sea- debe desterrarse de raíz y con determinación el más mínimo rastro de violencia que en se pueda presentar.

El arbitraje ecuatoriano está siendo víctima constante de salvajes agresiones por parte de deportistas y las sanciones que por esto se aplican son de lo más absurdas, tímidas y consentidoras de la violencia. Hace poco fue el árbitro Diego Lara y su asistente quienes sufrieron una paliza sin nombre.

 Y ahora el puñetazo recibido el día sábado por el árbitro Álex Cajas, en el partido Macará vs. Aucas, por parte de un exjugador de fútbol que incluso fue seleccionado nacional, no puede quedar en el simple hecho de un llamado de atención o una suspensión irrisoria. ¡No jueguen con el deporte y pónganse los pantalones y sancionen como debe ser!