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Opinión
Astronautas sin naves
La Secretaría de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación anuncia un incremento considerable de cupos para los estudiantes que quieren ir a las universidades públicas del país. Esta puede ser una buena noticia para quienes tienen el deseo de superarse venciendo los obstáculos, entre ellos el marcado desfase educativo que existe en los colegios; problema número uno que aún no se termina de resolver, pese a los intentos de una reforma educativa.
Sin embargo, la oferta podría no ser del todo atractiva si se toma en cuenta el número de trabajadores que se necesita para reactivar la alicaída economía ecuatoriana. Las carreras que se ofertan son Comunicación, Derecho, Economía, Psicología, Trabajo Social, Turismo, entre otras, que cada año tienen un elevado número de egresados que se mantienen en la informalidad. ¿Bajo qué parámetros se decide abrir carreras que están saturadas de profesionales? Es necesario hacer estudios para determinar cuántos abogados, comunicadores, economistas, necesita el mercado laboral con el fin de evitar el desencanto de quienes se esfuerzan por lograr un futuro prometedor. No tiene sentido invertir tiempo en carreras que los condenarán al desempleo o al subempleo por la falta de planificación del Estado.
Tampoco existe la debida formación estudiantil para abrir los horizontes hacia especializaciones técnicas que pueden crear importantes fuentes de empleo. De continuar así, tarde o temprano el Ecuador tendrá miles de astronautas que jamás llegarán a la luna porque aquí no hay naves espaciales. Así de simple.