Austeridad fiscal ante la crisis

Es plausible la decisión del presidente Lenín Moreno de aplicar un severo plan de austeridad fiscal para hacer frente a la crisis económica que se recibió del régimen anterior, sin calzar la metáfora de ‘la mesa servida’.

Se anunció así que se suprimirán muchos viáticos y pagos de horas extras a los funcionarios públicos, se regularizará la publicidad estatal y se reducirá al mínimo, entre otras medidas, la compra de pasajes aéreos y teléfonos celulares.

Sin embargo, este loable propósito se quedaría corto si se mantiene intacta una burocracia que fue aumentada notablemente durante el Gobierno anterior, con la casi duplicación de las Secretarías de Estado y la creación de otras que, como el Ministerio ‘del Buen Vivir’, servían solo para dar cabida en la ‘teta’ presupuestaria a los fieles del partido gubernamental.

En el proyecto economizador, ha caído también el sector universitario, cuyo presupuesto ha sido reducido a pesar de haber aumentado notablemente el número de bachilleres aspirantes a seguir una carrera profesional.

Ojalá se haga un examen más concreto al respecto, considerando la importancia de la educación superior para el futuro del país.