Opinión
Cartas al director
Demos todo en vida, todo...
Hoy estuve meditando en la mala costumbre que tenemos los seres humanos de valorar algo solamente en su ausencia. Valoramos el dinero cuando nos falta. Valoramos el tiempo cuando estamos muriendo. Valoramos la familia cuando la perdemos. Valoramos el frío cuando hace calor, y deseamos que haga calor cuando hace frío.
Vivimos de recuerdos del pasado, o anhelando un futuro que ni sabemos si vamos a alcanzar, mientras sufrimos el presente como si nos encontráramos en una prisión sin salida. Nos quejamos de nuestros hijos pequeños, y cuando crecen deseamos que vuelvan a ser niños. Vivimos discutiendo con nuestros padres, y cuando mueren, anhelamos retroceder el tiempo y darles un abrazo más.
Nos quejamos de todo lo que nos falta, y nos olvidamos de disfrutar de lo que nos sobra. El ayer ya pasó, y el futuro es incierto. Solo nos queda sembrar lo mejor que tengamos, confiando en que vamos a cosechar lo mejor después. ¿Por qué esperar para decir te amo? ¿Por qué no luchar hoy por lo que deseas? ¿Por qué guardarte sonrisas, abrazos y besos?
Nunca creemos que se nos puede acabar el tiempo, hasta que se nos acaba. Nunca creemos que podemos perder algo, hasta que lo perdemos. Nunca creemos que vamos a morir, hasta que estamos muriendo. ¿Por qué no mejor disfrutar del sol cuando brilla? ¿Por qué no dejar que la lluvia nos moje, cuando llueve? ¿Por qué no reír si estamos felices, y llorar cuando sufrimos? Sufrir también es vivir. Que duela, también es señal de que puedes sentir. Sentir, todavía es señal de que hay esperanza. No esperes a enterarte de que te estás muriendo, para empezar a vivir. La vida es solo esto, el aquí y el ahora.
¡Todo lo demás es ilusión!
Ab. Elio Roberto Ortega Icaza.