Opinión
Cartas al director : Merecemos un trato digno
Un mal referente está presentando Guayaquil a quienes llegan todos los días de Daule y Samborondón, desde las parroquias La Aurora y La Puntilla de dichos cantones
Nada mejoró, como dicen popularmente, “más bien empeoró”, A comienzos de 2016, la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) ordenó a los conductores a dejar a los usuarios y no recogerlos en las calles José Mascote y Padre Solano. Para el regreso deberían hacerlo en dos lugares: El primero en el portal de las calles Quito y Manuel Galecio. Y el segundo, en la plazoleta Estrella de Octubre, cercana al Cementerio General.
Esta disposición motivó justos reclamos. Los personeros de ATM se vieron obligados y colocaron unas endebles carpas y andenes para invitar a una subida formal a los vehículos. Esto era provisional, pues se construirían paraderos mínimamente decentes, con techado, con rampas para personas discapacitadas, WC, etc.
Pero transcurridos 6 meses las carpas están deterioradas por la fuerza del viento y lo endeble de las mismas, dando un aspecto deprimente hasta que Puerto Limpio cumplió con su trabajo. La incomodidad pasó inadvertida, pero con la llegada de este fuerte invierno el drama se repite.
Similar situación acontece fuera de la estación Río Daule de la Metrovía, bajo el paso peatonal. Las personas tienen que pararse detrás de los gruesos pilares para cubrirse del sol y de la lluvia y soportar los fuertes olores de la orina y hasta de heces que dejan ciertos ciudadanos desaprensivos.
En estos desagradables lugares se toman los colectivos para los cantones citados. Los usuarios merecen respeto y un trato digno.
César Jijón Sánchez